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Próximo mandato

Propuestas para una universidad más habitable, justa y exigente.

Las mejoras que ya se han puesto en marcha son solo un punto de partida. En el próximo mandato queremos ir más allá: ordenar mejor los tiempos, reforzar las becas y el bienestar, dar más vida a los campus, abrir puertas a la movilidad y a las prácticas de calidad y hacer que la voz del estudiantado pese de verdad en cada decisión importante.

Horarios y evaluación

Un calendario sin maratones de exámenes ni sorpresas de última hora.

Apostamos por un calendario académico más humano, que evite concentrar exámenes en pocos días y reparta las pruebas a lo largo del curso para que se pueda estudiar, trabajar y descansar sin ir siempre al límite.

  • Impulsar un calendario sin exámenes masivos en julio, con pruebas distribuidas de forma equilibrada en los dos semestres.
  • Publicar desde el inicio un mapa de exámenes por titulación que impida solapes graves dentro de la misma semana.
  • Establecer ventanas claras de exámenes por bloque de asignaturas para que el alumnado pueda planificar con meses de antelación.
  • Introducir una revisión anual conjunta del calendario con datos de carga real y propuestas de mejora de cada facultad.
Horarios y evaluación

Evaluación continua real y compatible con trabajo, cuidados y vida personal.

Queremos que la evaluación continua sea de verdad continua y no un examen enorme con otro nombre, y que contemple situaciones de enfermedad, trabajo o cuidados sin obligar a repetir el curso entero.

  • Definir fases de evaluación alternativas para quien lo necesite, con convocatorias extraordinarias claras y comunicadas desde el principio.
  • Crear un procedimiento común de permutas y cambios de grupo, con plazos y criterios publicados en la web de cada centro.
  • Proteger la evaluación continua en casos justificados (salud, cuidados, discapacidad, violencia de género, trabajo…).
  • Incorporar la realidad del estudiantado a tiempo parcial en la planificación de prácticas, TFG/TFM y seminarios obligatorios.
Becas y apoyo económico

Que el dinero no decida quién puede o no puede estudiar.

Una universidad justa es aquella en la que nadie abandona por motivos económicos. Las becas y ayudas tienen que llegar a tiempo, ser suficientes y entender que detrás de cada solicitud hay una historia de vida concreta.

  • Exigir que la entrega de becas y ayudas se produzca antes del inicio del curso o activar anticipos automáticos si hay retrasos.
  • Ampliar el presupuesto de becas propias de la Universidad, priorizando riesgo de abandono y situaciones de vulnerabilidad.
  • Estudiar la puesta en marcha de préstamos sin intereses o fondos rotatorios para gastos de matrícula y material imprescindible.
  • Crear un panel claro y único con todas las ayudas (estatales, autonómicas, UO, fundaciones…) y sus plazos.
Becas y apoyo económico

Respuesta rápida ante emergencias, comedor y vivienda.

Hay momentos en los que la vida se complica de golpe. Proponemos que la Universidad tenga mecanismos de respuesta rápida cuando peligra la continuidad de los estudios por vivienda, alimentación o ingresos.

  • Crear ayudas de emergencia para situaciones sobrevenidas (desahucios, pérdidas de empleo, violencia, crisis familiares…).
  • Impulsar ayudas de comedor y acuerdos con cafeterías/comedores universitarios para precios reducidos.
  • Coordinarse con servicios sociales y entidades externas para activar redes de apoyo complementarias.
  • Acompañar con orientación personalizada para combinar ayudas sociales, laborales y académicas sin perder derechos.
Bienestar y salud mental

Poner en el centro que nadie es solo su expediente académico.

La exigencia académica debe ir ligada a cuidar la salud mental. Pedir ayuda tiene que ser fácil, normal y rápido, sin estigmas ni laberintos burocráticos.

  • Reforzar los servicios de atención psicológica gratuitos y accesibles en todos los campus.
  • Establecer circuitos de derivación claros desde facultades, PAS y PDI hacia los recursos de bienestar.
  • Asegurar flexibilidad en plazos y exámenes en casos de crisis de salud mental acreditada.
  • Integrar el bienestar en la evaluación: planificación de entregas y prácticas que evite semanas imposibles.
Bienestar y salud mental

Aulas con buen clima y prevención, no solo urgencias.

No basta con atender cuando ya hay un problema grave: hace falta prevenir. Proponemos trabajar el clima de aula, el trato y la convivencia como parte de la calidad docente.

  • Programar talleres y campañas de prevención frente al estrés, la ansiedad, el consumo problemático o el acoso.
  • Impulsar formación básica en salud mental para PDI y PAS, para saber detectar señales de alarma y derivar.
  • Incorporar la perspectiva de bienestar a protocolos de acoso, discriminación o violencia en el ámbito universitario.
  • Diseñar una encuesta periódica de clima y bienestar por facultades para detectar problemas antes de que exploten.
Vida universitaria

Campus con vida todo el año, no solo en época de exámenes.

La universidad también es cultura, deporte, debate, ocio y comunidad. Queremos campus donde pasen cosas y donde se note que hay una comunidad viva detrás.

  • Diseñar una programación estable de eventos (cultura, deporte, ciencia) en todos los campus y durante todo el curso.
  • Organizar ferias periódicas de asociaciones y servicios para dar a conocer todas las posibilidades de participación.
  • Establecer un calendario único de actividades con agenda visible y actualizada en la web y en redes.
  • Tejer convenios con entidades culturales y deportivas del entorno para ampliar la oferta con descuentos específicos.
Vida universitaria

Espacios y recursos para que las ideas de los estudiantes pasen del papel a la realidad.

Las buenas ideas necesitan lugar, tiempo y algo de presupuesto. Proponemos un ecosistema que facilite proyectos estudiantiles en vez de ponerles trabas.

  • Reservar espacios estables para clubes y proyectos (radio, arte, tecnología, debate, idiomas…).
  • Crear un “laboratorio de proyectos estudiantiles” con mini-financiación, apoyo técnico y acompañamiento.
  • Mejorar espacios comunes de estudio y descanso (enchufes, wi-fi, zonas de trabajo en grupo y silenciosas).
  • Simplificar trámites y permisos para organizar actividades, con guías claras y plantillas reutilizables.
Movilidad y prácticas

Movilidad internacional accesible y sin miedo a perder el curso.

Tu título debe abrir también puertas fuera. Queremos que irse de movilidad no sea solo para quien puede pagarlo o desentrañar la burocracia a la primera.

  • Ampliar y simplificar el acceso a plazas Erasmus y otros programas con acompañamiento real en trámites y equivalencias.
  • Impulsar becas específicas de apoyo a la movilidad (transporte, alojamiento, visados, seguros…).
  • Dar seguridad sobre el reconocimiento académico antes de salir, con acuerdos firmes de convalidación.
  • Crear un programa de retorno para conectar lo aprendido fuera con oportunidades aquí (prácticas, TFG, empleo).
Movilidad y prácticas

Prácticas que sean experiencia real y no solo horas en un papel.

Las prácticas son el puente entre la carrera y el trabajo. Proponemos reforzar su calidad, seguimiento y reconocimiento, dentro y fuera del aula.

  • Aumentar los convenios con empresas, administraciones y entidades sociales para prácticas vinculadas a cada titulación.
  • Trabajar para que haya más prácticas remuneradas, con condiciones mínimas claras.
  • Garantizar tutorización efectiva y tareas coherentes con la formación recibida.
  • Mejorar el reconocimiento académico de las prácticas, valorando la experiencia y el tiempo invertido.
Voz del estudiantado

Nada sobre el estudiantado sin contar con el estudiantado.

Las decisiones importantes deben consultarse antes y explicarse después. La voz del estudiantado tiene que pesar en planes de estudio, reglamentos y servicios.

  • Asegurar la participación vinculante del estudiantado en los órganos donde se deciden titulaciones, normativas y presupuestos.
  • Impulsar consultas y asambleas periódicas por facultades y campus para recoger mandatos claros.
  • Fijar un compromiso de respuesta escrita a las propuestas que lleguen a través de la representación estudiantil.
  • Publicar informes accesibles donde se explique qué se decide y con qué impacto sobre el estudiantado.
Voz del estudiantado

Formación, apoyo y transparencia para quienes representan al resto.

Para que la voz del estudiantado se oiga, hace falta cuidar también a quienes asumen responsabilidades de representación: formación, información y apoyo.

  • Impulsar formación específica en normativa, presupuestos, participación y habilidades de mediación para representantes.
  • Garantizar acceso a la información (documentos, datos, actas) en tiempo y forma para poder preparar las reuniones.
  • Reconocer la actividad representativa en el expediente (créditos, menciones, certificados) cuando sea posible.
  • Cuidar la coordinación entre delegaciones, claustro y órganos de centro para que las voces no se pierdan por el camino.