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Lo que ya hemos cambiado (2022–2025)

Resultados reales en el día a día del estudiantado.

Cambios que se notan en exámenes, horarios, grupos, ayudas, residencias, movilidad, salud mental, deporte, asociaciones y en cómo se toman las decisiones en la Universidad.

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1. Parte académica, evaluación y calendario

Cambios que se notan en exámenes, grupos, guías y trámites.

Normas de evaluación que permiten conciliar, guías docentes más claras, salidas para asignaturas que se atascan, cambios de grupo con mínimos garantizados, reclamaciones que ya no se pierden y un calendario académico pensado también para quien trabaja o está en movilidad. Todo ello se traduce en decisiones concretas que afectan a cómo estudias, cuándo te examinas y qué margen tienes para organizar tu vida fuera de las aulas.

Evaluación diferenciada

Evaluación diferenciada como derecho real de conciliación.

La evaluación diferenciada deja de ser un privilegio casi simbólico para convertirse en una vía real para compatibilizar estudios con trabajo, cuidados, salud u otras responsabilidades sin tener que abandonar la carrera.

  • Diagnóstico de que la regulación de evaluación diferenciada penalizaba al estudiantado a tiempo completo que trabajaba, cuidaba o tenía problemas de salud.
  • Redacción de una propuesta urgente de modificación del artículo 7 del Reglamento de Evaluación para que el estudiantado a tiempo completo pueda solicitar evaluación diferenciada en condiciones tasadas.
  • Negociación para que esa propuesta se incorpore al proyecto oficial sometido a información pública, con informe favorable y previsión de aplicación ya en el curso 2024–2025.
  • Revisión paralela del artículo 15, de modo que la evaluación diferenciada deje de ser un privilegio reservado al tiempo parcial y se vincule a las circunstancias reales de conciliación.
  • Recogida y análisis de datos por centros sobre solicitudes y denegaciones, demostrando que admitir más casos no supone una sobrecarga inasumible para la administración.
  • Articulación de la reforma con la LOSU, los nuevos Estatutos y la normativa de becas, evidenciando que el modelo anterior obligaba a elegir entre mantener la beca o conciliar, y defendiendo la evaluación diferenciada como un derecho de equidad.

Antes, solo podía pedir evaluación diferenciada el estudiantado con matrícula a tiempo parcial. Quien trabajaba, cuidaba o tenía problemas serios de salud y seguía matriculado a tiempo completo se veía obligado a dejar asignaturas, anular matrícula o directamente dejar de ir a clase para cuadrar su vida.

La normativa empujaba, en la práctica, a “desaparecer del aula” para poder conciliar, porque la única salida formal era renunciar a créditos o perder la beca. No existía una vía reconocida para decir: “tengo estas circunstancias de conciliación y necesito otra forma de ser evaluado sin abandonar la carrera”.

Además, el discurso habitual era que abrir la evaluación diferenciada generaría una carga de gestión inmanejable, sin datos que justificaran de verdad ese argumento y dejando la sensación de que el problema era del individuo, no del diseño de la norma.

Ahora la evaluación diferenciada se plantea como una herramienta de conciliación también para quienes están a tiempo completo, con un cambio normativo concreto en el artículo 7 y en el artículo 15 del Reglamento de Evaluación que abre la puerta a más situaciones justificadas.

La propuesta está incorporada al proyecto oficial sometido a información pública, cuenta con informe favorable y se ha trabajado para que pueda aplicarse ya en 2024–2025. El debate deja de ser “si se puede” y pasa a ser “cómo se aplica y con qué garantías” para que funcione como derecho real.

Los datos de solicitudes y denegaciones mostraron que admitir más casos no supone colapsar la gestión. Y, al conectar este cambio con la LOSU, los nuevos Estatutos y la normativa de becas, se reconoce explícitamente que la conciliación no puede depender solo de la voluntad de cada docente, sino de una norma que proteja al estudiantado en situaciones complejas.

Calidad docente

Evaluar la docencia dando más peso a la voz del estudiantado.

La evaluación del profesorado y de las asignaturas se actualiza para que lo que opinan los grupos en el aula pese más y se traduzca en cambios reales.

  • Participación en el grupo de trabajo que ha diseñado el nuevo modelo DOCENTIA-UO, aumentando el peso específico de la opinión del estudiantado en la evaluación del profesorado.
  • Elaboración de aportaciones al anteproyecto de DOCENTIA de la Universidad y a la consulta pública de ANECA, centradas en que los indicadores sean comprensibles y relevantes para quien recibe clase.
  • Propuestas para que la Encuesta General de Enseñanza (EGE) tenga preguntas más claras, se explique mejor para qué sirve y qué decisiones se toman a partir de sus resultados.
  • Organización conjunta de un sorteo de merchandising entre quienes cumplimentan todas las encuestas, con 45 ganadores, lo que ha elevado las tasas de respuesta en titulaciones donde apenas se contestaba.

Antes, las encuestas de docencia se vivían muchas veces como un trámite: se rellenaban porque tocaba, sin tener claro qué peso real tenían ni qué cambios concretos salían de ahí. La sensación generalizada era que la opinión del estudiantado apenas influía en la evaluación del profesorado.

DOCENTIA-UO era percibido como un sistema interno, poco transparente para quien está en el aula, con indicadores complejos y alejados de la experiencia diaria. La EGE, además, tenía preguntas poco afinadas, se explicaba poco y ofrecía muy poca devolución de resultados a los grupos.

Todo esto alimentaba la idea de que “da igual lo que pongamos”, lo que a su vez llevaba a bajas tasas de respuesta y a que la voz del estudiantado llegara fragmentada y debilitada a los órganos de calidad.

Ahora se ha trabajado para que la opinión del estudiantado tenga más peso formal en el nuevo DOCENTIA-UO, con un grupo de trabajo donde se han introducido cambios concretos en indicadores y ponderaciones. La EGE se ha revisado para que las preguntas sean más claras y se entienda mejor qué se hace con las respuestas.

La organización de un sorteo vinculado a completar todas las encuestas ha conseguido aumentar la participación, especialmente en titulaciones donde casi nadie contestaba. Esto no solo mejora la muestra, sino que da más fuerza a los resultados a la hora de negociar cambios.

Además, la participación en la consulta pública de ANECA permite que las especificidades de la UO y las necesidades del estudiantado se tengan en cuenta también en el diseño estatal del programa, de modo que la evaluación docente se parezca más a lo que realmente pasa en las aulas.

Guías y exámenes

Guías claras y salidas para las asignaturas que se atascan.

Las reglas del juego de cada asignatura se clarifican y se abren vías especiales para las materias con tasas de suspenso muy altas.

  • Revisión sistemática de las guías docentes de 127 titulaciones para detectar ausencia de pruebas, ponderaciones poco claras o procedimientos de evaluación incompletos.
  • Elaboración de recomendaciones detalladas para que todas las guías incluyan mínimos en pruebas parciales, regulación específica para estudiantes a tiempo parcial y criterios claros para las convocatorias extraordinarias.
  • Presentación en el Consejo Social de un informe sobre asignaturas críticas, aquellas con tasas de suspenso o repetición especialmente elevadas.
  • Propuesta de una instrucción que permita la evaluación ante tribunal en asignaturas críticas, incorporando a las personas delegadas de clase o curso al seguimiento de estos casos.

Antes, muchas guías docentes eran documentos vagos o incompletos: faltaban detalles sobre pruebas parciales, ponderaciones, recuperación o evaluación de estudiantes a tiempo parcial. Para el estudiantado, eso se traducía en incertidumbre sobre cómo se iba a calificar cada asignatura.

En las llamadas “asignaturas críticas” la situación era aún más tensa: se acumulaban cursos con porcentajes muy altos de suspensos o repetidores, sin mecanismos claros de revisión ni opciones como la evaluación ante tribunal que aportaran seguridad y garantías adicionales.

A nivel de órgano, el Consejo Social tenía datos de tasas de éxito, pero no siempre contaba con una lectura cualitativa desde el punto de vista del estudiantado que explicara qué había detrás de esas cifras.

Ahora existe un diagnóstico sistemático de las guías de 127 titulaciones, con recomendaciones concretas para que todas incorporen mínimos homogéneos en evaluación, un tratamiento claro del tiempo parcial y criterios definidos para las convocatorias extraordinarias.

El informe de asignaturas críticas presentado en el Consejo Social abre la puerta a medidas adicionales allí donde las tasas de suspenso son especialmente altas. La propuesta de evaluación ante tribunal introduce una herramienta extraordinaria, con la participación de delegadas y delegados, para garantizar imparcialidad y revisar situaciones de bloqueo.

Todo esto no elimina de golpe los problemas, pero sí pone un marco más claro: guías más completas, datos acompañados de interpretación y mecanismos extraordinarios para asignaturas donde el sistema no estaba funcionando como debería.

Grupos y temario

Cambios de grupo garantizados y temario que no se pierde.

El sistema de asignación de grupos y los agujeros de profesorado se abordan con reglas mínimas para que nadie se quede atrapado en solapamientos ni pierda contenidos de la guía.

  • Detección de los problemas del nuevo modelo de elección y cambio de grupos docentes aprobado sin negociación previa, recogiendo quejas en distintas facultades.
  • Defensa pública de tres mínimos irrenunciables: reconocer los solapamientos como causa válida de cambio, permitir permutas entre estudiantes y establecer un periodo extraordinario de cambios de al menos cinco días.
  • Impulso de acciones de presión, incluyendo un paro parcial en cinco facultades, hasta que el Rectorado emite recomendaciones a los centros alineadas con esos mínimos.
  • Ante la falta de profesorado en algunos departamentos, impulso de una Instrucción de planes de recuperación que obliga a impartir todo el contenido previsto en las guías y prohíbe evaluar contenidos que no hayan sido explicados.

Antes, un cambio de modelo de grupos decidido desde arriba podía dejar a muchas personas con solapamientos imposibles entre asignaturas, sin causas claras reconocidas para pedir cambio ni plazos suficientes para reorganizar horarios.

Las permutas entre estudiantes se movían en el terreno de la informalidad y, en algunos centros, directamente no se contemplaban. Si la aplicación fallaba o alguien no llegaba a tiempo, el mensaje era “no hay nada que hacer”.

Cuando faltaba profesorado, era habitual que parte del temario quedara sin impartir o se concentrara al final del curso de forma precipitada, evaluando en ocasiones contenidos que no se habían trabajado en profundidad en clase.

Ahora se han fijado tres mínimos claros: los solapamientos cuentan como causa válida de cambio, las permutas se reconocen como solución organizada y se asegura un periodo extraordinario de cambios de al menos cinco días, con recomendaciones expresas del Rectorado a los centros.

La Instrucción de planes de recuperación obliga a que el temario previsto en las guías se imparta y prohíbe evaluar contenidos que no se hayan explicado. Esto reduce el margen para que los problemas de personal docente se traduzcan en exámenes injustos.

El resultado es que quien se organiza su horario sabe que hay un marco mínimo de protección si aparece un solapamiento grave o un cambio sobrevenido, y que no debería ser evaluado por temas que nunca se trabajaron en el aula.

Reclamaciones docentes

Cuando se reclama sobre una asignatura, hay respuesta escrita.

Las quejas sobre cómo se está impartiendo una materia dejan de perderse en correos sueltos: pasan a tener rastro y respuesta obligatoria por parte del departamento.

  • Negociación de una instrucción del Vicerrector de Estudios que obliga a las direcciones de departamento a responder por escrito y de forma motivada a las reclamaciones docentes.
  • Inclusión explícita de motivos como falta de asistencia del profesorado, impuntualidad, incumplimiento del Reglamento de Evaluación, ausencia de tutorías o malestar generalizado con el desarrollo de la asignatura.
  • Obligación de dejar constancia de la queja y de las medidas adoptadas, cerrando la puerta a que las reclamaciones se diluyan sin dejar rastro ni cambios.

Antes, si un grupo reclamaba por la forma en que se impartía una asignatura, la respuesta podía quedarse en conversaciones de pasillo, correos sin contestar o mensajes informales que nunca llegaban a convertirse en una decisión escrita.

Problemas como la falta de asistencia del profesorado, la impuntualidad constante, la ausencia de tutorías o el incumplimiento del Reglamento de Evaluación se difundían entre el estudiantado, pero no siempre quedaban registrados de forma que obligara a un seguimiento.

Esto generaba la sensación de que “quejarse no sirve de nada” y desincentivaba el uso de los canales formales, porque el esfuerzo de redactar una reclamación no siempre se veía compensado con una respuesta clara.

Ahora existe una instrucción concreta que obliga a las direcciones de departamento a responder por escrito y de forma motivada a las reclamaciones docentes. Eso significa que estas quejas generan un documento, no solo una conversación.

La instrucción enumera motivos como la asistencia, la puntualidad, el cumplimiento del Reglamento de Evaluación y la ausencia de tutorías, de modo que el estudiantado sabe que esos temas están reconocidos como legítimos para reclamar.

La obligación de dejar constancia de la queja y de las medidas adoptadas hace que sea más fácil revisar qué ha pasado si el problema se repite, y facilita que otros órganos (calidad, Defensoría, etc.) puedan intervenir con información contrastable.

Calendario académico

Un calendario sin exámenes en julio para quien se tiene que ir.

El calendario académico se ajusta pensando en quien está desplazado o en movilidad y no puede alargar su estancia todo el verano solo para un examen.

  • Presentación de una enmienda en la Comisión de Organización Académica y Estudiantes para que el calendario 2025–2026 no sitúe exámenes en julio.
  • Defensa de que el periodo de evaluación se concentre en meses en los que el estudiantado desplazado o en movilidad pueda permanecer en la ciudad sin costes añadidos de alojamiento.
  • Integración de la enmienda en la propuesta de calendario que llega al Consejo de Gobierno, marcando un cambio de criterio respecto a cursos anteriores.

Antes, era habitual que parte de los exámenes de algunas convocatorias se situaran en julio, especialmente en segundas y terceras convocatorias. Para quienes venían de fuera o estaban de movilidad, eso significaba pagar un mes extra de alquiler o mantenerse en la ciudad solo por una o dos pruebas.

El calendario se diseñaba sobre todo pensando en la organización interna de centros y departamentos, sin incorporar de forma explícita el coste de permanencia en la ciudad para el estudiantado desplazado.

Esto hacía que, en la práctica, algunos estudiantes renunciaran a presentarse a esas convocatorias o buscaran alternativas improvisadas que no siempre eran viables ni justas.

Ahora se ha planteado y defendido una enmienda concreta para que el calendario 2025–2026 no sitúe exámenes en julio, y esa enmienda se ha integrado en la propuesta que llega al Consejo de Gobierno.

La lógica cambia: el diseño del calendario empieza a incorporar explícitamente la realidad de quien tiene que abandonar la ciudad al acabar junio, ya sea por contrato de alquiler, por trabajo o por regreso a su lugar de origen.

Con el periodo de evaluación concentrado antes de julio, el estudiantado puede planificar mejor sus estancias, reducir costes y no tener que elegir entre examinarse o poder permitirse seguir viviendo cerca de la universidad.

Matrícula y trámites

Matrícula y sede electrónica que fallan menos y dan más margen.

Los problemas informáticos de matrícula dejan de traducirse en “te quedas sin plaza”: se amplían plazos y se planifican mejoras en la app y en la sede electrónica.

  • Detección de problemas graves de matrícula en Máster y Doctorado y consecución de una ampliación de plazo para que nadie quedara fuera por errores de la aplicación.
  • Propuestas concretas de mejora de la app de matrícula para hacer más intuitivo el proceso y reducir bloqueos en periodos de máxima carga.
  • Sugerencias para la firma digital y la Sede Electrónica, incluyendo la creación de nuevos trámites específicos para estudiantes y una mejor organización del “Servicio de Solicitudes”.
  • Traslado de estas propuestas a la Comisión de Direcciones de Área, de forma que entren en la agenda técnica de mejora de la digitalización académica.

Antes, un fallo en la aplicación de matrícula o un problema en la sede electrónica podía traducirse directamente en perder la plaza o el plazo. La respuesta habitual era que los plazos eran los que eran y que no se podían modificar por incidencias técnicas.

La app de matrícula no siempre estaba preparada para soportar los picos de tráfico en los primeros días, lo que generaba bloqueos, errores al guardar cambios o expulsiones del sistema en mitad del proceso.

La sede electrónica reunía muchos trámites en un único “Servicio de Solicitudes”, poco ordenado desde el punto de vista del estudiantado, lo que complicaba localizar qué formulario correspondía a cada gestión.

Ahora, cuando se detectan problemas graves de matrícula en Máster y Doctorado, se consigue una ampliación de plazo que evita que nadie quede fuera por fallos técnicos. Esto marca un precedente importante: las incidencias informáticas se reconocen como motivo para flexibilizar los plazos.

Se han formulado propuestas específicas para mejorar la app de matrícula y la firma digital, y se ha planteado reorganizar los trámites de la sede electrónica para que el estudiantado encuentre más rápido lo que necesita, con procedimientos pensados desde su punto de vista.

Al elevar estas propuestas a la Comisión de Direcciones de Área, el debate sobre matrícula y sede electrónica deja de ser solo una queja puntual y entra en la agenda técnica de digitalización académica de la Universidad.

2. Gobierno interno, estatutos y órganos

Cambios en las reglas y órganos que deciden sobre tu universidad.

Estatutos nuevos, reglamentos de convivencia y de elecciones, comisiones donde ya no falta voz estudiantil, una Escuela de Doctorado con representación garantizada y una Mesa del Estudiantado que convierte 1.874 consultas en objetivos concretos. Son cambios menos visibles que un examen o una beca, pero son los que marcan cómo se toman las decisiones que luego afectan a cada clase, cada calendario y cada servicio.

Estatutos de la Universidad

Unos Estatutos nuevos, casi por unanimidad, con el estudiantado en el centro.

La Universidad actualiza sus Estatutos a la LOSU con un texto aprobado casi por unanimidad y con un mensaje muy claro: la mayoría de los casos de la Defensoría vienen del alumnado y eso tiene que reflejarse en cómo se gobierna la institución.

  • Participación intensa en la comisión que redacta los nuevos Estatutos adaptados a la LOSU, asegurando que la representación estudiantil se refuerza en órganos clave.
  • Aprobación en Claustro con un resultado muy contundente: 260 votos a favor, solo 2 abstenciones y 1 voto en contra.
  • Intervención de la Defensora Universitaria subrayando que el 85 % de los casos que atiende son de estudiantes y poniendo en valor el convenio de colaboración firmado con la representación estudiantil en marzo de 2023.
  • Decisión de no filtrar borradores fuera del Claustro, por respeto al órgano, pero acompañando el proceso con un informe de rendición de cuentas accesible para el estudiantado que explica qué se estaba defendiendo en cada fase.

Antes, la Universidad funcionaba con unos Estatutos anteriores a la LOSU, con un diseño institucional que no terminaba de reflejar ni la realidad actual de los estudios ni el peso que tiene el estudiantado en la vida diaria de la UO.

La Defensoría Universitaria atendía mayoritariamente casos de estudiantes, pero ese dato apenas aparecía en el debate sobre el modelo de Universidad. La percepción era que la adaptación a la LOSU podía quedarse en un trámite jurídico, sin un enfoque claro en derechos, participación o equidad.

El estudiantado veía el proceso de reforma estatutaria como algo lejano, del que llegaban ecos sueltos, sin una explicación clara de qué se estaba discutiendo en la comisión ni qué implicaciones tendría para el día a día.

Ahora la Universidad cuenta con unos Estatutos nuevos, adaptados a la LOSU y aprobados casi por unanimidad en el Claustro, con 260 votos a favor. En el propio debate, la Defensora deja claro que el 85 % de sus casos son de estudiantes, y ese dato se incorpora al relato sobre qué Universidad se quiere construir.

El proceso ha incluido trabajo continuado en la comisión redactora y una decisión consciente de no filtrar borradores fuera del Claustro, pero sí acompañarlo con un informe de rendición de cuentas que cualquier persona puede leer para saber qué se estaba defendiendo en su nombre.

El resultado es un marco estatutario actualizado, con mayor visibilidad del papel del estudiantado y con una señal política clara: la Universidad reconoce que la mayoría de los conflictos formales vienen del alumnado y que sus garantías tienen que reforzarse en la norma básica.

Órganos de gobierno

Más voz en Consejo de Gobierno y Mesa del Claustro, más decisiones que te afectan.

Se refuerza la presencia estudiantil en los órganos donde se deciden los grandes temas: desde el modelo de evaluaciones hasta las enseñanzas propias o los objetivos estratégicos de la Universidad.

  • Asegurar una presencia fuerte del estudiantado en el Consejo de Gobierno (cinco representantes estudiantiles) y en la Mesa del Claustro.
  • Aprobación desde Consejo de Gobierno de la Estrategia Institucional de Responsabilidad Social, el Reglamento de Régimen Electoral General y el Reglamento de Enseñanzas Propias, que incluye la supresión del CIP y la transformación del IUDE en Centro de Enseñanzas Propias con garantías de calidad y representación.
  • Impulso y aprobación del Reglamento de Permanencia de Doctorado y de un nuevo modelo de evaluación del desempeño docente en el que la opinión del estudiantado pesa más.
  • Desde el Claustro, fijación de los objetivos estratégicos 2024–2025 (infraestructuras, Campus del Cristo, digitalización, participación y sostenibilidad) y presentación del Reglamento del Claustro y del Reglamento de la Defensoría Universitaria.
  • Impulso de un anteproyecto de Reglamento Interno del Claustro adaptado a la LO 2/2023 y a los nuevos Estatutos, abierto a observaciones antes de su aprobación definitiva.

Antes, muchas decisiones clave sobre evaluaciones, enseñanzas propias o responsabilidad social se percibían como resoluciones “que venían de arriba”, sin un seguimiento claro de cómo se estaba defendiendo el punto de vista del estudiantado en Consejo de Gobierno o en el Claustro.

La Mesa del Claustro tenía una composición más centrada en cargos académicos, y la representación estudiantil podía quedar en un segundo plano en la organización de los debates y el orden del día.

El Reglamento de Enseñanzas Propias mantenía figuras como el CIP y un modelo de IUDE que no garantizaba del todo ni la calidad ni la representación. La evaluación del desempeño docente apenas incorporaba la voz del estudiantado de forma estructurada.

Ahora, la presencia estudiantil en Consejo de Gobierno y en la Mesa del Claustro está asegurada y se ha utilizado para influir directamente en normas como el Reglamento Electoral General, el Reglamento de Enseñanzas Propias o el Reglamento de Permanencia de Doctorado.

La transformación del IUDE en Centro de Enseñanzas Propias y la supresión del CIP van acompañadas de mayores garantías de calidad y de presencia de estudiantes en el diseño de la oferta. El nuevo modelo de evaluación del desempeño docente reconoce más explícitamente la opinión del alumnado.

Desde el Claustro se han fijado objetivos estratégicos claros para 2024–2025 y se han puesto en marcha reglamentos propios del Claustro y de la Defensoría, de forma que el estudiantado no solo está presente en los órganos, sino que ve cómo esos órganos actualizan sus propias reglas de juego.

Convivencia universitaria

Un Reglamento de Convivencia con comisión elegida y normas visibles.

La convivencia deja de ser solo “lo que diga un reglamento interno” y se convierte en un sistema con comisión elegida, normas publicadas y más transparencia sobre cómo se aplican.

  • Aprobación del Reglamento de Convivencia incorporando la mayor parte de las propuestas defendidas desde la representación estudiantil.
  • Creación de una Comisión de Convivencia elegida por el Claustro, con presencia de los distintos sectores y un mandato claro sobre cómo tramitar los casos.
  • Impulso de un espacio web específico que resume la normativa de convivencia y facilita el acceso a protocolos, formularios y documentos relacionados.
  • Petición formal a los vicerrectorados para que remitan sus instrucciones internas y se integren en un repositorio accesible, reduciendo la opacidad sobre cómo se aplican las normas en cada ámbito.
  • Acuerdo para que la representación estudiantil tenga acceso regular a esa información y pueda detectar inconsistencias o vacíos en la aplicación del Reglamento.

Antes, la convivencia se regía por normas menos claras y por instrucciones internas que no siempre eran fáciles de localizar para el estudiantado. La sensación era que muchos criterios se aplicaban “por costumbre” o según el centro, sin un marco único visible.

No existía una Comisión de Convivencia elegida por el Claustro con un papel definido, y el acceso a las instrucciones de los distintos vicerrectorados dependía en gran medida de contactos informales o de correos reenviados.

Esto dificultaba saber qué se podía esperar en un procedimiento de convivencia, qué derechos y deberes había en cada fase y qué margen había para recurrir decisiones o pedir aclaraciones.

Ahora hay un Reglamento de Convivencia aprobado, con muchas de las propuestas estudiantiles incorporadas, y una Comisión de Convivencia elegida por el Claustro que da la cara cuando se aplican las normas.

La existencia de un espacio web dedicado a convivencia y la petición formal de recopilar las instrucciones de los vicerrectorados permiten que el estudiantado pueda consultar qué normas se aplican, cómo y con qué criterios.

La representación estudiantil tiene además acceso regular a esa información, lo que facilita detectar problemas, incoherencias o lagunas y plantear cambios de forma argumentada, no solo caso a caso.

Reglamentos de representación

Un mapa normativo para delegaciones, asambleas y elecciones claras.

El tejido representativo deja de vivir solo de “tradiciones” y pasa a tener reglamentos propios para el Consejo, las Delegaciones y las Asambleas, más un reglamento electoral aprobado por Consejo de Gobierno.

  • Puesta en marcha de un plan de reforma normativa interna que incluye el Reglamento del Consejo, el Reglamento de Delegaciones y el Reglamento de Asambleas de Centro, aprobados en Pleno.
  • Decisión estratégica de no elevar esos reglamentos a Consejo de Gobierno hasta que entren en vigor los nuevos Estatutos, para evitar tener que rehacer todo el trabajo dos veces.
  • Impulso del Reglamento Electoral del Consejo de Estudiantes, aprobado por Consejo de Gobierno y publicado en el BOPA, que fija reglas claras para las próximas elecciones.
  • Resultado: un marco estable en el que delegadas, delegados y asambleas saben qué competencias tienen, cómo se eligen y cómo se coordinan entre sí.

Antes, muchas cosas en la representación estudiantil se regían por usos y costumbres o por reglamentos dispersos y desactualizados. Delegaciones y asambleas funcionaban, pero sin un mapa normativo claro y homogéneo para toda la Universidad.

El propio procedimiento electoral del Consejo no estaba recogido en un Reglamento específico aprobado por Consejo de Gobierno y publicado en el BOPA, lo que daba poco margen para exigir estabilidad y transparencia ante cambios de criterio.

Para una persona que llegaba nueva a una Delegación o que quería montar una asamblea, entender qué se podía hacer y cómo podía costar bastante más de lo razonable.

Ahora existe un plan de reforma normativa interna que ha dado lugar al Reglamento del Consejo, al Reglamento de Delegaciones y al Reglamento de Asambleas de Centro, todos ellos aprobados en Pleno y listos para encajar con los nuevos Estatutos.

El Reglamento Electoral del Consejo de Estudiantes se ha aprobado en Consejo de Gobierno y se ha publicado en el BOPA, de modo que las próximas elecciones cuentan con una norma clara, pública y estable.

Delegaciones, asambleas y candidaturas se mueven ahora en un marco más predecible, donde las reglas dejan de depender de la memoria de quienes llevan mucho tiempo y pasan a estar escritas y accesibles para quien quiera implicarse.

Doctorado y centros de investigación

Una Escuela Internacional de Doctorado con representación garantizada.

El estudiantado de doctorado pasa de estar prácticamente invisible en la gobernanza a tener porcentajes concretos de representación y voz en la definición de la Escuela y de los institutos de investigación.

  • Creación de la Escuela Internacional de Doctorado y aprobación de su Reglamento de Régimen Interno.
  • Garantía de 30 % de representación estudiantil en la Junta de Escuela y 25 % en la Comisión de Doctorado, donde antes prácticamente no había presencia de doctorandas y doctorandos.
  • Participación en el periodo de información pública de ese reglamento, defendiendo que la representación estudiantil no fuera solo simbólica.
  • Presentación de observaciones al Reglamento de Institutos de Investigación, centradas en reforzar la presencia de personas de doctorado y mejorar los procesos electorales internos.

Antes, el estudiantado de doctorado estaba mucho menos presente en la gobernanza: ni existía una Escuela Internacional de Doctorado como tal, ni había porcentajes claros de representación en sus órganos.

En los institutos de investigación, la voz de las personas en formación doctoral solía quedar muy diluida frente al peso de los grupos consolidados y los equipos directivos, y los procesos electorales internos no siempre garantizaban que esa etapa formativa tuviera un espacio propio.

Esto hacía que decisiones sobre programas, supervisión, recursos o líneas de investigación se tomaran sin incorporar de forma sistemática la perspectiva de quienes están haciendo la tesis.

Ahora la Escuela Internacional de Doctorado tiene un reglamento propio que fija negro sobre blanco que al menos un 30 % de su Junta y un 25 % de su Comisión de Doctorado estarán ocupados por estudiantes de doctorado.

La participación en la información pública del reglamento y las observaciones al Reglamento de Institutos de Investigación han introducido la idea de que la etapa doctoral no es solo un apéndice del PDI, sino un colectivo con derechos y necesidades específicas.

Esto se traduce en que las personas de doctorado tienen más margen para influir en cómo se organizan sus programas, cómo se coordinan los institutos y qué tipo de apoyo reciben de la Universidad.

Defensoría Universitaria

Un puente estable entre la Defensoría y quienes están en las aulas.

La Defensoría deja de ser un buzón lejano y pasa a tener una figura de enlace con el estudiantado y un proyecto de oficina compartida con representación de todos los sectores.

  • A partir del Reglamento de la Defensoría, impulso de una reforma más amplia que incluye la creación de una Oficina de la Defensoría con representación de PDI, PAS y estudiantado.
  • Creación de la figura de “Delegado/a para la Defensoría Universitaria”, que actúa como enlace formal y estable entre la Defensoría y la representación estudiantil.
  • Coordinación periódica para compartir casos tipo, detectar problemas recurrentes y transformar experiencias individuales en propuestas de cambio normativo o procedimental.

Antes, la Defensoría Universitaria existía, pero para mucha gente era un correo electrónico poco conocido o un recurso de última instancia al que se acudía cuando ya se había intentado todo lo demás.

No había una figura clara que conectara de forma estable la Defensoría con el estudiantado organizado, ni un proyecto definido de Oficina de la Defensoría con representación de todos los sectores.

Eso hacía más difícil transformar los casos individuales en diagnósticos globales y, a partir de ellos, en cambios de norma o de procedimientos que evitaran que los mismos problemas se repitieran curso tras curso.

Ahora existe una figura reconocida de enlace con la Defensoría Universitaria y se está trabajando en una Oficina de la Defensoría que integre a PDI, PAS y estudiantado, lo que refuerza su papel como órgano de garantías.

La coordinación periódica entre la Defensoría y la representación estudiantil permite identificar patrones, agrupar problemas que se repiten y plantear cambios normativos o administrativos con una base real.

El resultado es que la Defensoría pasa de ser simplemente un buzón de quejas a ser un actor con el que se dialoga de forma estructurada sobre cómo mejorar derechos y procedimientos.

Comisiones y Consejo Social

Estar en las comisiones donde se reparten recursos y se fijan prioridades.

La representación estudiantil ocupa plazas en comisiones clave de la Universidad y se sienta en el Consejo Social cuando se habla de asignaturas críticas, permanencia o estrategia.

  • Ocupación y consolidación de presencia estudiantil en comisiones como: Investigación; Asuntos Económicos, Infraestructuras y Comunicación; Convivencia; Reglamentos y Reclamaciones; Gestión Universitaria; Organización Académica y Estudiantes; Profesorado; Gestión de Espacios; Transparencia, Buen Gobierno y Protección de Datos.
  • Nombramiento de Carlos Camporro como representante estudiantil en la Comisión de Transparencia, Buen Gobierno y Protección de Datos, reforzando la vigilancia sobre cómo se gestionan la información y los datos del estudiantado.
  • Renovación de la representación en el Consejo Social, participando en debates sobre asignaturas críticas, normas de permanencia y objetivos estratégicos de la Universidad.

Antes, muchas comisiones universitarias funcionaban sin una presencia fuerte del estudiantado o con una participación más simbólica que efectiva. Había espacios donde se decidían inversiones, infraestructuras, normas o criterios de calidad sin una voz estudiantil organizada y constante.

En el Consejo Social, los debates sobre asignaturas críticas o permanencia podían desarrollarse sin un relato detallado de cómo se vivían esos problemas en las aulas o qué impacto real tenían en la trayectoria del alumnado.

La protección de datos y la transparencia se veían como cuestiones más administrativas que como temas que afectaban directamente a la experiencia educativa del estudiantado.

Ahora hay una ocupación sistemática de plazas en las comisiones clave, con seguimiento de lo que se decide en investigación, infraestructuras, calidad, espacios o transparencia, y con representantes como Carlos Camporro en la comisión específica de Buen Gobierno y Protección de Datos.

En el Consejo Social se ha presentado, por ejemplo, el informe de asignaturas críticas, aportando datos y contexto desde el punto de vista del estudiantado, y se participa en la discusión sobre normas de permanencia y objetivos estratégicos.

Esto hace que las decisiones de alto nivel tengan más en cuenta qué pasa en los grados y másteres concretos, y que cuestiones como la transparencia o la gestión de datos se miren también desde su impacto en el día a día en las aulas.

Mesa del Estudiantado

Una Mesa del Estudiantado que convierte 1.874 consultas en acuerdos.

La Mesa del Estudiantado pasa de ser un órgano casi olvidado a una mesa donde se sientan datos, propuestas y compromisos concretos con el Vicerrectorado de Estudiantes.

  • Reactivación y uso real de la Mesa del Estudiantado como espacio donde se presentan informes y se toman acuerdos con seguimiento.
  • Presentación del Informe de consultas 2023–2024, con 1.874 casos atendidos, un 317 % más que el curso anterior: un 26 % por problemas informáticos y el resto por elección de grupos, falta de profesorado, matrícula, orientación de asignaturas, exámenes, etc.
  • Elaboración de más de veinte sugerencias a partir de ese informe: revisión de recomendaciones previas, reforma de la elección de grupos y del Reglamento de Evaluación, mejora de la comunicación departamentos–estudiantes, optimización de app de matrícula y firma digital, sistema de orientación académica, simplificación de solicitudes de becas, entre otras.
  • Acuerdo para designar al Vicerrector de Estudiantes como responsable del seguimiento de esas sugerencias y firma de un acuerdo de objetivos concretos Rector–Presidencia.
  • Compromiso de crear una Unidad de Diversidad independiente (horizonte 2025–2026), de que el Consejo de Gobierno notifique cualquier modificación o supresión de servicios vinculados al estudiantado y colegios mayores, y de revisar conjuntamente las becas propias y las ayudas a estudiantes.

Antes, la Mesa del Estudiantado apenas tenía actividad real. Era un órgano previsto en la normativa pero poco utilizado, en el que se reunían representante y equipo de gobierno sin un sistema claro de informes, indicadores ni acuerdos con seguimiento.

Las consultas que llegaban a la representación estudiantil se atendían caso a caso, pero con poca capacidad de convertir esa experiencia acumulada en una foto global que obligara a la Universidad a reaccionar.

Temas como la diversidad, las becas propias o los servicios vinculados a colegios mayores se trataban de forma fragmentada, sin un compromiso expreso sobre cómo se iban a abordar en conjunto.

Ahora, la Mesa del Estudiantado recibe un informe con 1.874 consultas (317 % más que el curso anterior), desglosadas por tipo de problema, y a partir de esa foto se acuerdan más de veinte líneas de trabajo concretas.

El Vicerrector de Estudiantes se designa formalmente como responsable del seguimiento de esas sugerencias y se firma un acuerdo de objetivos con la Presidencia, lo que vincula los datos a decisiones y plazos.

Además, se pacta la creación de una Unidad de Diversidad independiente, la obligación de notificar cualquier cambio en servicios al estudiantado y la revisión conjunta de becas propias, de forma que la Mesa del Estudiantado pasa a ser un espacio donde se negocian cambios estructurales, no solo soluciones puntuales.

3. Derechos, becas, igualdad y bienestar

Más derechos, apoyos y cuidados en matrículas, economía, igualdad y salud.

Desde la gratuidad progresiva de las matrículas hasta un servicio de salud mental gratuito, pasando por planes de igualdad, deporte con datos, financiación estable para la representación y la idea seria de una Casa del Estudiante. Aquí se ve cómo cambia lo que puedes reclamar, qué apoyos existen y cómo se cuida el bienestar en los campus.

Matrículas y ayudas propias

Un plan de gratuidad y mejoras en ayudas que ya están por escrito.

La gratuidad de las matrículas deja de ser solo un lema y pasa a un acuerdo firmado, ligado a la revisión de la ONEO, a las ayudas propias y a servicios clave como CIVE, la Agencia de Colocación o el Pasaporte Digital.

  • Trabajo continuado en un plan de gratuidad de matrículas, recogido en el acuerdo de 10 puntos del 17/01/2025 con el Rector.
  • Ese acuerdo incluye el compromiso de revisar la ONEO, permitir que la representación estudiantil proponga mejoras en las becas propias de la UO y rediseñar CIVE, la Agencia de Colocación y el Pasaporte Digital.
  • Presentación de propuestas de mejora a la convocatoria de Ayudas a Estudiantes, dejando constancia formal del desacuerdo cuando no se incorporan, para que quede rastro en el expediente.

Antes, la idea de “matrículas gratuitas” aparecía en discursos y campañas, pero no estaba recogida en un documento concreto de la Universidad con objetivos, etapas ni compromisos escritos.

Las ayudas propias y la ONEO funcionaban con inercias heredadas: había becas y programas, pero con poca participación del estudiantado en el diseño y sin un debate claro sobre cómo avanzar hacia más equidad económica.

Servicios como CIVE, la Agencia de Colocación o el Pasaporte Digital estaban ahí, pero su rediseño no formaba parte de un paquete global ligado a gratuidad, empleabilidad y justicia social.

Ahora existe un acuerdo de 10 puntos firmado con el Rector el 17 de enero de 2025 donde la gratuidad progresiva de las matrículas, la revisión de la ONEO y la mejora de las ayudas propias aparecen juntas y por escrito.

La participación estudiantil queda incorporada en la revisión de becas propias y en el rediseño de CIVE, la Agencia de Colocación y el Pasaporte Digital, lo que permite hablar de gratuidad y apoyo económico con una hoja de ruta y no solo con eslóganes.

Cada propuesta enviada a la convocatoria de Ayudas a Estudiantes deja rastro, tanto si se acepta como si no, de forma que en el futuro se puede volver a ese expediente y demostrar qué se pidió y qué se desoyó.

Evaluación por compensación

Evitar terceras y cuartas matrículas que solo sirven para pagar.

Se replantea la compensación para que deje de obligar a matricularse otra vez en asignaturas que no se van a cursar, y se vincula de verdad a la trayectoria académica.

  • Propuesta de modificación del Reglamento de Evaluación por Compensación para eliminar la obligación de estar matriculado en la asignatura que se quiere compensar.
  • Objetivo: evitar que haya que pagar terceras o cuartas matrículas sin intención real de cursar la asignatura, solo para poder solicitar la compensación.
  • Relacionar la compensación con la trayectoria académica global de la persona (lo que ya ha demostrado en el grado), y no solo con el hecho de haberse vuelto a matricular.

Antes, para poder pedir una compensación era obligatorio estar matriculado en la asignatura que se quería compensar, aunque la persona supiera que no iba a cursarla ni a presentarse al examen.

Eso generaba situaciones absurdas: terceras y cuartas matrículas que se pagaban como peaje burocrático, sin relación con el esfuerzo académico real que la persona ya había demostrado en el resto del grado.

La compensación se veía más como un mecanismo para recaudar y “limpiar expedientes” que como una herramienta pensada para responder a casos límite en los que la carrera está prácticamente completada.

Con la propuesta de reforma del Reglamento de Evaluación por Compensación, la Universidad tiene sobre la mesa un modelo en el que ya no sería necesario matricularse de nuevo solo para pedir la compensación.

La compensación se vincula a la trayectoria académica global y a situaciones donde se ha demostrado sobradamente el nivel en el grado, evitando que el sistema exija pagar una matrícula más para un trámite que, en la práctica, se basa en el conjunto del expediente.

El debate deja de centrarse en si “ha pagado la matrícula” y pasa a preguntarse si la persona ha alcanzado, globalmente, las competencias del título y si la asignatura pendiente se ha convertido en un obstáculo desproporcionado.

Financiación de la representación

Un presupuesto propio, ejecutado de verdad y con números encima de la mesa.

La representación estudiantil pasa de depender de “lo que sobre” a contar con una partida propia, seguimiento trimestral y decisiones conscientes sobre en qué se gasta.

  • Consolidación en el presupuesto de la UO de una partida específica de 8.100 € para la representación estudiantil (7.600 € en bienes corrientes y 500 € en transferencias).
  • Dejar por escrito que esos 500 € del Capítulo IV están destinados a la cuota de CREUP, garantizando la participación en el coordinador estatal.
  • Implantación de un sistema de control trimestral real del gasto: seguimiento desde los 1.367,4 € ejecutados en el primer trimestre hasta los 6.380,48 € a 1 de septiembre.
  • Resultado: a 1 de septiembre se ha ejecutado el 78,77 % del presupuesto, quedando un 21,23 % (1.719,52 €) como colchón para el último trimestre.

Antes, la financiación de la representación estudiantil dependía en gran parte de decisiones discrecionales o de partidas poco claras, y no había un hábito de rendir cuentas con datos trimestrales.

La participación en coordinadoras estatales como CREUP podía verse comprometida si no estaba garantizada por una partida concreta para la cuota, y el resto del gasto tendía a concentrarse al final de año.

Desde fuera, era difícil saber cuánto dinero había, cuánto se ejecutaba y en qué se estaba gastando cada curso.

Ahora hay una partida específica de 8.100 € en el presupuesto de la Universidad, con una parte claramente identificada para la cuota de CREUP y un seguimiento trimestral que muestra la evolución del gasto.

A 1 de septiembre se ha ejecutado el 78,77 % del presupuesto y se mantiene un 21,23 % como colchón, lo que indica que el dinero se utiliza de verdad pero sin quemarlo antes de fin de año.

Cualquier persona puede ver en qué se está invirtiendo esa partida, qué se prioriza y cómo se equilibra la ejecución con la prudencia, lo que fortalece la rendición de cuentas.

Participación y acogida

El dinero va a participación real y a recibir al nuevo ingreso.

La partida económica se utiliza para incentivar la participación en elecciones y para que las personas que llegan a la UO encuentren materiales y espacios de acogida, no solo para gastos internos.

  • En abril se destinan 1.193,58 € a incentivos para fomentar la participación en las elecciones a Rector, abiertos a toda la comunidad universitaria.
  • Se invierten 3.789,5 € en materiales para las Jornadas de Orientación Universitaria y la acogida del nuevo ingreso: pósters, carteles, marcapáginas, bolígrafos, carpetas…
  • En septiembre se añaden 30 € más en marcapáginas porque se habían agotado, señal de que el material se utiliza de verdad y llega a las manos del estudiantado.

Antes, una parte relevante del presupuesto de representación podía quedarse casi intacta o destinarse a gastos internos poco visibles para el resto del estudiantado, sin una estrategia clara de en qué invertir para mejorar la vida universitaria.

La participación en elecciones dependía casi exclusivamente de la motivación individual y de la comunicación por redes, sin incentivos específicos para movilizar al conjunto de la comunidad.

Las Jornadas de Orientación y la acogida al nuevo ingreso contaban con recursos, pero no siempre con una inversión pensada desde la perspectiva de la representación estudiantil.

Ahora hay números concretos que muestran que se ha decidido dedicar más de 1.100 € a incentivar la participación en las elecciones a Rector y casi 3.800 € a materiales de acogida para el nuevo ingreso.

Esos gastos se traducen en campañas visibles, materiales que se agotan y estudiantes que llegan a la Universidad con información y recursos en la mano, en vez de encontrarse solos ante trámites y dudas.

El presupuesto deja de ser algo abstracto y se convierte en una herramienta para mejorar de forma directa la participación democrática y la experiencia de quien entra por primera vez en la UO.

Modelo de financiación

Hacia una financiación basal para Delegaciones y asociaciones.

La financiación deja de ser solo convocatorias puntuales y empieza a plantearse un suelo mínimo para Delegaciones y asociaciones, más una partida reforzada para la representación.

  • En los Presupuestos 2025 se consigue una partida específica de 13.500 € para la representación estudiantil, en línea con el anteproyecto aprobado en Pleno.
  • Presentación de enmiendas para consolidar un modelo de financiación basal de las Delegaciones: al menos 300 € en el presupuesto de cada centro, además de la convocatoria de ayudas.
  • Propuesta de un sistema estable de financiación de asociaciones universitarias, para que no dependan solo de convocatorias aisladas.
  • Defensa de que sean los centros quienes asuman los gastos corrientes de las salas de Delegaciones (electricidad, limpieza, pequeños materiales), liberando recursos de la representación para funciones más estratégicas.

Antes, Delegaciones y asociaciones dependían casi exclusivamente de convocatorias de ayudas, patrocinios puntuales o de la buena voluntad de direcciones de centro para poder financiar sus actividades básicas.

No había una idea clara de “financiación basal” que garantizara un mínimo en el presupuesto de cada centro, ni una partida propia reforzada para la representación a nivel general.

Gastos corrientes como los de las salas de Delegaciones podían acabar recayendo en la partida de representación, reduciendo el margen para proyectos y actividades.

Ahora, los Presupuestos 2025 incluyen 13.500 € específicos para la representación estudiantil y se han presentado enmiendas para crear un suelo de 300 € por centro para las Delegaciones, además de plantear un sistema estable para asociaciones.

La propuesta de que los centros asuman los gastos corrientes de las salas permite imaginar un escenario en el que la partida de representación se dedique de verdad a actividades, proyectos y apoyo al estudiantado.

Aunque todavía queden pasos por dar, el debate sobre financiación ya se mueve en términos de bases estables, no solo de convocatorias coyunturales.

Espacios estudiantiles

Salas de Delegaciones dignas y una Casa del Estudiante en el horizonte.

Los espacios de representación dejan de ser “cuartos trastero” y se empieza a planificar una Casa del Estudiante seria en el futuro Campus del Cristo.

  • Puesta en marcha de una primera fase del plan de mejora de salas de Delegaciones, a partir de un informe técnico del Servicio de Infraestructuras.
  • Identificación de un listado de compras que puede asumir la representación (material no inventariable) y de otro listado de inversiones (mobiliario, pintura, etc.) que debe asumir Gerencia.
  • Coordinación con el Servicio de Informática para revisar y reforzar la dotación de ordenadores en las salas.
  • Diseño de una Casa del Estudiante como proyecto serio vinculado al futuro Campus del Cristo, con un “pre-visto bueno” del Equipo Rectoral y un documento de necesidades remitido a Gerencia.

Antes, muchas salas de Delegaciones se parecían más a trasteros que a espacios de trabajo: mobiliario viejo, poca dotación informática y reformas que se iban parcheando según surgían problemas.

No había un plan global de mejora coordinado entre representación, Gerencia e Infraestructuras, ni una visión clara sobre cómo debía ser una futura Casa del Estudiante en el Campus del Cristo.

Las mejoras dependían de peticiones puntuales, sin una priorización ni una hoja de ruta que abarcase todos los centros.

Ahora existe un informe técnico de Infraestructuras que sirve de base para un plan de mejora de salas, con listas claras de qué puede asumir la representación y qué debe asumir la Universidad.

La coordinación con el Servicio de Informática permite revisar la dotación de ordenadores y pensar en las salas como espacios de trabajo reales, no como simple almacén.

Además, el proyecto de Casa del Estudiante ya no es solo una idea suelta: cuenta con un pre-visto bueno del Equipo Rectoral y un documento de necesidades enviado a Gerencia, pensado para el futuro Campus del Cristo.

Reconocimiento económico

Indemnizaciones por servicio y una beca de colaboración específica.

El trabajo en representación empieza a reconocerse también en términos económicos: desplazamientos, dietas y una beca de colaboración propia.

  • Propuestas en el Reglamento de Gestión Económica y Financiera para incluir expresamente a las personas que ejercen representación estudiantil entre quienes pueden recibir indemnizaciones por razón de servicio (viajes, manutención, alojamiento).
  • Defensa del derecho de la representación estudiantil a presentar su propio proyecto de presupuesto dentro de la estructura general de la Universidad.
  • Puesta en marcha de una Beca de Colaboración específica vinculada a la representación, desarrollada por Alejandro Duarte en el ámbito de la comunicación, que introduce recursos humanos remunerados.

Antes, la participación en reuniones, asambleas nacionales o actividades de representación dependía muchas veces de que la persona pudiera asumir por sí misma los costes de desplazamiento y estancia.

No estaba claro que quienes realizan representación pudieran recibir indemnizaciones por razón de servicio en las mismas condiciones que otros cargos universitarios.

Tampoco existía una beca de colaboración propia asociada a la comunicación o a tareas específicas de la representación estudiantil, de manera que todo dependía de voluntariado no remunerado.

Ahora, las propuestas de reforma del Reglamento de Gestión Económica y Financiera ponen por escrito que quienes ejercen representación deben poder recibir indemnizaciones por razón de servicio, igual que otros actores de la Universidad.

La existencia de una Beca de Colaboración específica, desarrollada por Alejandro Duarte en el ámbito de la comunicación, introduce por primera vez recursos humanos remunerados al servicio de la representación.

Esto facilita que tareas que requieren dedicación prolongada y cualificada no dependan exclusivamente de que haya personas que puedan permitirse hacerlas gratis.

Tasas y becas estatales

Estar en la mesa cuando se deciden precios públicos y becas.

La defensa de derechos económicos también pasa por enviar observaciones al Principado y a los Ministerios cuando se regulan tasas, becas o prácticas.

  • Envío de observaciones al Principado de Asturias sobre el Decreto de Precios Públicos 2025–26, la creación de nuevos centros universitarios y los complementos retributivos del PDI.
  • Desde los espacios estatales de representación, trabajo de propuestas de mejora del sistema de becas generales y de la convocatoria FPU 2025, defendiendo criterios más inclusivos.
  • Presentación de observaciones al “Estatuto del Estudiante en Prácticas” ante el Ministerio de Trabajo, poniendo el foco en la protección de derechos en prácticas no laborales.

Antes, el estudiantado incidía menos de forma estructurada en decisiones sobre precios públicos, creación de centros o diseño de becas estatales. Las normas llegaban ya aprobadas, con poco margen para que se escuchara la voz de quienes iban a pagar esas tasas o a solicitar esas becas.

El Estatuto de las personas en formación práctica no laboral se debatía sin una presencia constante de la perspectiva universitaria, especialmente en lo que toca a las condiciones de las prácticas.

Ahora, el Principado y los Ministerios reciben observaciones formales desde la Universidad de Oviedo cuando se regulan precios públicos, nuevas estructuras universitarias, becas o el Estatuto del Estudiante en Prácticas.

Esto no significa que siempre se acepten las propuestas, pero sí que la posición del estudiantado queda incorporada en los expedientes y puede recuperarse cuando se evalúan esas políticas.

La defensa de derechos económicos deja de limitarse a reclamar a posteriori y pasa también por intentar influir mientras las normas se están redactando.

Igualdad y diversidad

Un plan de igualdad para el estudiantado y una vocalía propia.

La igualdad y la diversidad dejan de ser solo discursos y se concretan en un plan con acciones, una vocalía específica y herramientas para denunciar situaciones discriminatorias.

  • Aprobación del Plan Director de Acciones en Igualdad y Diversidad para el estudiantado, prácticamente idéntico a la propuesta elaborada desde la representación estudiantil.
  • Creación de la Vocalía de Igualdad, con reuniones propias y elaboración de un decálogo de acciones y políticas de igualdad y diversidad.
  • Actualización conjunta con la Dirección de Área de Igualdad de la web de igualdad, incorporando formularios y documentos editables para denunciar situaciones discriminatorias.
  • Colocación de carteles del protocolo de acoso en distintos centros para que el alumnado sepa a dónde dirigirse y qué pasos seguir.

Antes, la igualdad y la diversidad aparecían en muchos documentos y discursos, pero costaba encontrar un plan específico centrado en el estudiantado, con acciones, responsables y plazos claros.

No había una vocalía propia dedicada en exclusiva a igualdad y diversidad, y la web de igualdad presentaba menos herramientas directamente pensadas para que el alumnado pudiera denunciar o pedir ayuda.

El protocolo de acoso existía, pero su presencia en los centros era desigual y muchas personas no sabían dónde encontrar la información.

Ahora existe un Plan Director de Igualdad y Diversidad para el estudiantado, con medidas concretas y alineadas con la propuesta trabajada desde la representación estudiantil.

La Vocalía de Igualdad se dedica a este eje de forma específica, con un decálogo propio y una agenda de trabajo estable, y la web de igualdad ofrece formularios y documentos editables para canalizar denuncias y consultas.

Los carteles del protocolo de acoso en distintos centros convierten ese plan en algo visible, no solo en un PDF colgado en la web.

Salud mental

Un servicio gratuito de salud mental integrado en la oferta de la UO.

La salud mental deja de ser un tema tabú y pasa a tener un servicio propio, campañas, talleres y presencia constante en la comunicación universitaria.

  • Inclusión en el proyecto de Presupuestos 2024 de un servicio gratuito de salud mental para estudiantes, con acompañamiento en los trámites para que se active.
  • Trabajo conjunto con el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales para dar visibilidad continuada al Programa de Atención Psicológica al Estudiantado.
  • Difusión regular de talleres, e-books y campañas de prevención, de modo que la salud mental esté presente en la comunicación habitual y no solo en fechas puntuales.
  • Apoyo a grandes encuestas estatales de salud mental con más de 60.000 respuestas, asegurando que la realidad de la UO se refleje en los datos que verán los Ministerios.

Antes, la salud mental aparecía sobre todo en conversaciones informales y en estudios académicos, pero no contaba con un servicio universitario específico para estudiantes incorporado al presupuesto.

Las iniciativas existentes llegaban a veces de forma dispersa: algún taller, alguna campaña puntual, pero sin una presencia continuada en la comunicación universitaria.

Los datos sobre salud mental en estudiantes se recogían de forma menos sistemática, y era difícil que la situación concreta de la UO apareciera en los informes que leen quienes diseñan políticas públicas.

Ahora, el proyecto de Presupuestos 2024 incluye un servicio gratuito de salud mental para estudiantes, y el Programa de Atención Psicológica forma parte de la oferta regular de la UO.

Los talleres, recursos y campañas se difunden de forma constante, y la participación en grandes encuestas estatales asegura que la realidad de las aulas de Oviedo figure en los datos que se utilizarán para diseñar políticas.

La salud mental deja de ser “algo de lo que se habla” y pasa a tener servicios, recursos y datos que permiten exigir medidas concretas.

Deporte y bienestar

Deporte con enfoque de género y con datos para decidir la oferta.

La oferta deportiva se revisa con una encuesta a 2.000 estudiantes y se combina con acciones de igualdad y una hoja deportiva semanal que visibiliza lo que pasa en los campus.

  • Coorganización del acto del 25N “El deporte tiene rostro de mujer”, con el Vicerrectorado de Relaciones Institucionales, en clave de género.
  • Impulso, junto con la Delegación del Rector para la Salud, de una encuesta de deporte universitario con 2.000 respuestas, que se utiliza para ajustar la oferta del Servicio de Deportes.
  • Lanzamiento de la Hoja Deportiva SPORT-UO, una revista digital semanal con actividades y logros deportivos, difundida por las redes del Consejo y del Servicio de Deportes.

Antes, el deporte universitario se organizaba con menos datos sobre quién participaba, qué actividades se demandaban o qué barreras encontraban ciertos colectivos, especialmente las mujeres.

Las actividades de igualdad en el deporte eran más puntuales, y la información sobre la oferta deportiva llegaba de manera irregular al estudiantado.

Ahora, el Servicio de Deportes cuenta con una encuesta de 2.000 respuestas que permite ajustar mejor la oferta a lo que realmente quiere y necesita el estudiantado.

El acto del 25N “El deporte tiene rostro de mujer” pone el foco en las desigualdades de género, y la Hoja Deportiva SPORT-UO visibiliza cada semana las actividades y logros, haciendo que el deporte universitario sea más reconocible y accesible.

Campus saludable y cooperación

Compromisos europeos, energía y cooperación al desarrollo.

El bienestar también se juega en cómo se usa la energía, cómo se cuida la diversidad y cómo participa la Universidad en la cooperación internacional.

  • Firma de los Principios de Campus Saludable y de la Carta de Equidad e Inclusión de INGENIUM, que comprometen a la UO con campus saludables, inclusivos y respetuosos.
  • Implicación del estudiantado en la respuesta a la crisis energética, apoyando un plan de ahorro que reduce un 20 % el consumo y reclamando adaptar actividades a formatos online cuando es razonable.
  • Participación en la Semana de la Diversidad INGENIUM, en actividades del 8M y en la iluminación del Edificio Histórico por el Día Mundial de la Diabetes.
  • Constitución del Consejo de Cooperación al Desarrollo, presentación de iniciativas de UniOvi y envío de observaciones al anteproyecto de ley asturiana de cooperación al desarrollo y solidaridad.

Antes, los compromisos sobre campus saludables, equidad e inclusión estaban menos conectados con alianzas europeas y con planes energéticos concretos.

La participación de la UO en cooperación al desarrollo existía, pero con menos peso de la voz estudiantil en la definición de prioridades y en la lectura de anteproyectos de ley.

Ahora, la firma de los Principios de Campus Saludable y de la Carta de Equidad e Inclusión de INGENIUM hace que la UO se comprometa en red con otras universidades europeas a trabajar en salud, bienestar y diversidad.

El plan de ahorro energético y la participación en eventos como la Semana de la Diversidad o el Día de la Diabetes conectan esa agenda con acciones concretas en los campus.

El Consejo de Cooperación al Desarrollo y las observaciones al anteproyecto de ley asturiana de cooperación colocan al estudiantado en el debate sobre cómo la Universidad se relaciona con el mundo y con la justicia global.

4. Participación, delegaciones y mentoría

De representantes aislados a una red organizada que acompaña al estudiantado.

Se ha levantado una estructura estable de participación: planes escritos, mesas de diálogo, delegaciones activas en casi todos los centros, canales digitales normalizados y un programa de mentoría que acompaña a más de un millar de estudiantes de nuevo ingreso.

Planificación y evaluación

De improvisar cada curso a tener un plan estratégico con rendición de cuentas.

La representación estudiantil no se mueve ya solo “a golpe de urgencia”. Existe un Plan Estratégico escrito y una cultura clara de explicar qué se hace, por qué y con qué resultados.

  • Aprobación de un Plan Estratégico de 45 páginas con cuatro pilares: tejido representativo, comunicación, posicionamientos y alineación con la estrategia UO.
  • Definición de principios institucionales y listado de objetivos verificables para todo el mandato.
  • Firma de un acuerdo estable con la Defensoría Universitaria (29/03/2023) con intercambio periódico de información.
  • Asunción explícita de la obligación de rendir cuentas al estudiantado mediante informes detallados y públicos.
  • Revisión crítica del propio Plan: identificación de incumplimientos y corrección de la hoja de ruta en marcha.
Plan de participación

De “participar es ir a una reunión” a un Plan de Participación Estudiantil aprobado.

La participación deja de ser solo buena voluntad y pasa a estar recogida en un plan institucional, con compromisos concretos que se pueden exigir.

  • Aprobación en Consejo de Gobierno del Primer Plan de Participación Estudiantil, que convierte la participación en política universitaria explícita.
  • Edición y maquetación del plan en formato libro, disponible en web y repartido en papel a centros y unidades.
  • Firma de un acuerdo de 10 compromisos con el Rector que aterriza el plan en medidas concretas.
  • Compromiso de trabajar conjuntamente la revisión de ayudas, servicios y modelo de comunicación hacia el estudiantado.
Acuerdos con Rectorado

De peticiones sueltas a un pacto escrito de 10 compromisos clave.

En lugar de negociar caso a caso, se ha logrado un marco estable de acuerdos que fija por escrito prioridades y responsabilidades compartidas.

  • Presencia permanente de la representación estudiantil en la Comisión de Coordinación con Centros, Institutos y Departamentos.
  • Compromiso de diseñar conjuntamente el nuevo sistema de elección de grupos docentes y la reforma del Reglamento de Evaluación.
  • Participación en las propuestas de mejora de las webs de centro y de los canales informativos hacia el alumnado.
  • Rediseño compartido de CIVE y del Pasaporte Digital para que sean herramientas útiles y no trámites más.
  • Revisión pactada del Reglamento de la Mesa del Estudiantado y de las convocatorias de ayudas y servicios vinculados al estudiantado.
Mesa del Estudiantado

De quejas sueltas a 1.874 consultas tratadas con datos y seguimiento.

Las dudas y problemas del día a día ya no se pierden en correos aislados: se recogen, se analizan y se convierten en sugerencias concretas que la Universidad se ha comprometido a seguir.

  • Presentación de un Informe de consultas 2023–24 con 1.874 casos (un 317 % más que el curso anterior).
  • Identificación de que el 26 % de los problemas son de tipo informático y el resto se reparte entre elección de grupos, falta de profesorado, exámenes, etc.
  • Elaboración de más de veinte propuestas de mejora en matrícula, grupos, comunicación, orientación académica y tramitación de becas.
  • Acuerdo para que el Vicerrector de Estudiantes sea la persona responsable del seguimiento de estas sugerencias.
  • Fijación conjunta de un acuerdo de objetivos concretos entre Rectorado y representación estudiantil a partir de dicho informe.
Delegaciones y campus

De centros sin voz a delegaciones activas y Consejos de Campus con estudiantes.

La representación deja de concentrarse solo en unos pocos centros. Se extiende una red de delegaciones y Consejos de Campus donde el estudiantado tiene presencia reconocida.

  • Impulso de un nuevo Reglamento de Delegados/as acompañado de una campaña coordinada de elección de delegados de grupo y curso.
  • Reactivación de delegaciones donde prácticamente no había estructura organizada (por ejemplo, EPI, Jovellanos, Mieres...).
  • Seguimiento de los centros que siguen sin delegados para identificar apoyos y barreras específicas.
  • Reactivación de los Consejos de Campus, con exigencia de que no se celebren sin voz estudiantil.
  • Asistencia sistemática a las reuniones semestrales de campus en Oviedo, Gijón y Mieres para trasladar problemas de transporte, espacios y servicios.
Red representativa

De un mapa borroso a una red digital de delegaciones clara y actualizada.

Para participar hace falta saber quién representa a quién. Hoy esa red está localizada, digitalizada y conectada.

  • Creación y ordenación de correos institucionales para delegaciones y órganos representativos.
  • Activación de listas de distribución oficiales para comunicarse con los distintos niveles de representación.
  • Envío de censos actualizados de representantes a cada delegación y centro.
  • Consolidación de un tejido que pasa de estar prácticamente paralizado a convertirse en una red viva y coordinada por campus y titulaciones.
Mentoría y acogida

De llegar solo a tener más de 1.100 asignaciones de mentoría.

El nuevo ingreso ya no se enfrenta en solitario a la universidad: existe un programa de mentoría masivo y dispositivos de acogida que acompañan desde antes de pisar el aula.

  • Diseño y despliegue de un Programa de Mentoría con 878 solicitudes recibidas en la última edición.
  • Asignación de 727 personas con mentor y 683 que reciben exactamente el número de mentorizados que habían pedido.
  • Sumando acuerdos con facultades y centros (Ciencias, Padre Ossó, Química…) se alcanzan 1.134 asignaciones de mentoría (sin contar las de la EPI).
  • Integración de la mentoría con grupos de WhatsApp por grado y con la presencia en las Jornadas de Orientación y Jornadas de Acogida.
  • Inversión inicial de unos 3.000 € en materiales y logística para que la bienvenida sea visible y profesional.
5. Comunicación, webs y WhatsApp

Información clara, webs útiles y canales directos en tu móvil.

La representación estudiantil ha pasado de comunicarse casi solo por carteles sueltos y correos aislados a tener webs actualizadas, una intranet propia, tablones de anuncios, formularios claros y canales de WhatsApp donde las cosas importantes llegan sin ruido. Aquí se ve cómo cambia el día a día cuando te enteras de los plazos, encuentras alojamiento o contactas con la representación desde una sola pantalla.

Web principal

Una web que responde a “qué necesito ahora” y no a cómo se organiza la UO.

La página principal deja de ser un listado de menús genéricos y se reorganiza en torno a problemas concretos del estudiantado: representación, ayudas, alojamiento, transporte, mentoría, prácticas…

  • Reestructuración de la web en bloques pensados desde la mirada del estudiantado: “Necesito ayuda con…”, “Participar y representar”, “Vida universitaria”, etc.
  • Reescritura de secciones en un lenguaje claro, evitando tecnicismos internos y explicando qué hacer, a dónde ir y en qué plazos.
  • Inclusión sistemática de enlaces a formularios y documentos editables, para que no haya que perseguir PDFs por distintas webs de la Universidad.
  • Ajuste de la estructura para que las personas nuevas en la UO tengan identificadas las entradas clave: alojamiento, transporte, mentoría, becas y participación.

Antes, la web de la representación estudiantil se parecía mucho a la estructura administrativa de la UO: menús pensados desde los órganos, secciones duplicadas y textos largos que asumían que la persona ya conocía cómo funciona la institución.

Encontrar algo tan básico como dónde pedir ayuda, cómo reclamar o dónde encontrar información sobre alojamiento exigía navegar por varias páginas, abrir PDFs y, muchas veces, conocer el nombre exacto del trámite.

La experiencia era poco amigable para quien llegaba de nuevo a la Universidad o para quien solo quería resolver un problema concreto y rápido.

Ahora, la web se estructura en torno a situaciones concretas del día a día: “necesito alojamiento”, “quiero presentarme a delegado/a”, “busco información sobre becas”, “quiero participar en mentoría”, etc.

Los textos se han reescrito en lenguaje comprensible, con pasos claros, enlaces directos a formularios y documentos que se pueden rellenar y enviar sin tener que pedirlos por correo.

La web se convierte en la puerta de entrada a los recursos de representación, no en un mapa de la estructura interna de la Universidad.

Alojamiento

Una página única para buscar y ofrecer alojamiento universitario.

El alojamiento pasa de depender de grupos informales a tener una sección propia con explicaciones, formularios y un tablón donde se cruzan ofertas y demandas.

  • Creación de una página específica de alojamiento universitario, con explicación clara de qué hace y qué no hace la representación estudiantil en este ámbito.
  • Integración de un tablón de anuncios donde el estudiantado puede publicar ofertas y demandas de habitaciones o pisos compartidos.
  • Inclusión de formularios para subir anuncios y de respuestas tipo para correos sobre alojamiento, de forma que se pueda remitir directamente al recurso web.
  • Estructura pensada para personas que llegan de otras ciudades o países, con información básica sobre barrios, transporte y plazos habituales de búsqueda.

Antes, quien buscaba alojamiento dependía casi exclusivamente de grupos informales, redes sociales o contactos personales. La representación recibía correos pidiendo ayuda, pero no existía un punto único que se pudiera enviar a todo el mundo.

La información llegaba fragmentada: anuncios sueltos en redes, correos reenviados, carteles en corchos, y era difícil seguir el rastro de qué ofertas estaban aún disponibles.

Ahora existe una sección de alojamiento en la web, donde se explica con transparencia qué puede hacer la representación y qué no, y se centraliza un tablón de anuncios con ofertas y demandas.

Los correos que llegan se responden remitiendo a esa página, que funciona como referencia estable y actualizable. Quien busca o ofrece alojamiento sabe dónde publicar y dónde mirar.

El resultado es menos ruido en redes y más orden en la búsqueda de habitación o piso para quienes llegan nuevos a la UO.

Transporte

Formularios y explicaciones claras sobre transporte universitario.

La información sobre líneas universitarias y necesidades de transporte se agrupa en una sección que explica el proceso y enlaza a los formularios de recogida de datos.

  • Publicación de textos claros sobre el análisis de viabilidad de nuevas líneas de transporte universitario, explicando el papel de la UO y de la CTA.
  • Integración en la web de los formularios de recogida de información (Mieres I, Mieres II, etc.) para que el estudiantado los encuentre sin buscar enlaces sueltos.
  • Redacción de contenidos de apoyo para redes y correos, siempre enlazando a la sección web como referencia estable.
  • Enfoque en la utilidad práctica: qué datos se necesitan, por qué se piden y qué hará la UO con esa información frente a la CTA.

Antes, cuando se abrían formularios para analizar nuevas líneas de transporte, los enlaces circulaban unos días por redes y luego se perdían, sin un lugar estable en la web donde quedara explicado el proceso completo.

El estudiantado podía rellenar el formulario sin saber bien qué se haría con esos datos, ni qué papel jugaba la Universidad frente a la CTA o al Consorcio de Transportes.

Ahora, las campañas de transporte remiten siempre a una sección específica en la web donde se explica el contexto, se alojan los formularios y se indica qué pasos seguirán después de la recogida de datos.

Esto permite que incluso cuando la campaña en redes acaba, la información siga disponible y se pueda consultar qué se hizo, qué se pidió y con qué criterios.

Intranet

Una intranet propia para anuncios, usuarios y paneles de gestión.

La representación deja de gestionarse a base de correos sueltos y pasa a tener una intranet con acceso verificado, paneles de usuario y un tablón de anuncios segmentado.

  • Implementación de una intranet específica para la representación y el estudiantado verificado, con acceso mediante correo @uniovi.es u otros sistemas de verificación.
  • Creación de perfiles de usuario donde cada persona puede actualizar sus datos de contacto, titulación e intereses.
  • Desarrollo de un tablón de anuncios digital con categorías (alojamiento, prácticas, eventos, etc.) y posibilidad de marcar anuncios como “me interesa” o “no me interesa”.
  • Diseño de un panel de suscripciones para que cada persona decida sobre qué temas quiere recibir avisos cuando se publiquen nuevos anuncios.

Antes, la gestión de información interna y anuncios dependía de cadenas de correos, grupos informales y documentos dispersos. No había un lugar específico donde el estudiantado pudiera ver de forma segmentada qué se estaba ofreciendo o buscando.

La capacidad de personalizar qué avisos quería recibir cada persona era muy limitada: o se entraba en un grupo genérico o se quedaba fuera de la información.

Ahora existe una intranet donde quienes se verifican pueden acceder a un tablón digital, marcar intereses, gestionar sus datos y recibir avisos solo de los temas que han elegido.

Esto reduce ruido, mejora la privacidad y permite que la información llegue de forma más ordenada a quien realmente la necesita.

Mentoría

Formularios inteligentes y una web que acompaña todo el proceso.

El Programa de Mentoría se apoya en formularios tipo “wizard”, páginas de información claras y un panel para seguir el estado de la inscripción.

  • Integración en la web de un formulario por pasos para mentoría, que guarda el progreso y evita repetir datos si la persona entra varias veces.
  • Explicación detallada en la web de qué supone ser mentor o mentorizado, con secciones separadas y respuestas a dudas frecuentes.
  • Enlace desde la web a un panel de seguimiento donde las personas participantes pueden consultar el estado de su inscripción y, más adelante, de su asignación.
  • Uso de la web como repositorio único para bases, fechas, guías y materiales del programa, evitando PDFs inconexos.

Antes, la información sobre mentoría se repartía entre correos, carteles y documentos PDF. Para inscribirse había que rellenar formularios que no siempre permitían guardar cambios o retomar el proceso.

Las dudas sobre qué significaba ser mentor o mentorizado se resolvían por correo o en reuniones puntuales, sin una guía fácil de consultar en la web.

Ahora, la web del Programa de Mentoría concentra la información, enlaza a un formulario por pasos que se puede retomar y ofrece un panel donde ver el estado de la solicitud.

Esto reduce correos repetidos, evita que se pierdan inscripciones a medio hacer y hace más transparente el proceso entero.

Modelos y plantillas

Modelos de escritos y plantillas que se descargan y se usan, no se persiguen.

Las solicitudes, escritos y documentos de la representación se convierten en plantillas descargables desde la web, pensadas para rellenar y presentar sin miedo.

  • Publicación en la web de modelos de solicitudes y escritos habituales: disculpa de asistencia, acreditación de representación, peticiones de cambios de grupo, etc.
  • Homologación de estilos y encabezados para que el estudiantado pueda reconocerse en documentos formales sin necesitar conocimientos jurídicos.
  • Adaptación de algunas plantillas a formatos editables (por ejemplo, formularios con campos), para facilitar su uso sin perder la validez formal.
  • Inclusión de instrucciones breves en la propia web sobre dónde presentar cada escrito y qué plazos orientativos maneja la administración.

Antes, muchos modelos de escritos circulaban como archivos adjuntos privados o se reenviaban a quien los pedía, sin un lugar estable y público donde poder descargarlos.

Esto hacía que cada curso hubiera que volver a buscar plantillas, ajustarlas o pedir a alguien que ya las hubiera utilizado que las compartiera.

Ahora, las plantillas se publican en la web, con versiones actualizadas y reconocibles, de forma que cualquier estudiante pueda descargarlas y usarlas sin tener que “conocer a alguien” que se las pase.

Esto democratiza el acceso a herramientas formales básicas y reduce la dependencia de redes informales.

WhatsApp

Canales de WhatsApp para informar sin saturar grupos.

La información deja de depender de chats caóticos y se organiza en canales oficiales de WhatsApp, donde se puede seguir la actividad sin recibir cientos de mensajes.

  • Creación de canales de WhatsApp específicos para temas clave (por ejemplo, mentoría, movilidad, avisos generales de representación), evitando los grupos masivos con mensajes de todo tipo.
  • Enlace a los canales desde la web y las redes, de modo que cualquier estudiante pueda suscribirse o darse de baja sin pedir que le añadan.
  • Política de uso basada en pocos mensajes relevantes, priorizando plazos, convocatorias y cambios importantes, no inundando de comunicaciones menores.
  • Uso de mensajes fijados y enlaces a la web para que cada aviso tenga detrás un lugar estable donde ampliar la información.

Antes, la información circulaba sobre todo por grupos de WhatsApp creados por promociones o por centros, con muchos mensajes diarios y un ruido que hacía fácil perder convocatorias o plazos.

La representación tenía poco control sobre qué se reenviaba, cómo y con qué contexto, y era difícil llegar a quien no estaba ya dentro de esos grupos.

Ahora existen canales oficiales de WhatsApp, abiertos a que cualquiera se suscriba, donde se publican avisos relevantes y siempre con enlaces a la web o a formularios.

Esto permite que el estudiantado siga lo que ocurre sin tener que soportar centenares de mensajes de chat, y que la representación pueda asegurar que la información llega con el contexto adecuado.

Redes sociales

Redes al servicio de la agenda estudiantil, no al revés.

La actividad en redes se coordina con la web y la intranet, de forma que cada publicación lleva a un recurso útil y no se queda en un simple cartel digital.

  • Planificación de la comunicación en redes vinculada a plazos reales: matrículas, becas, mentoría, elecciones, jornadas, formularios, etc.
  • Diseño de plantillas visuales coherentes con los colores y la identidad de la representación, para que se reconozca rápido qué viene de la representación estudiantil.
  • Coordinación de publicaciones con enlaces a las secciones web correspondientes, evitando que la información se quede solo en la story o el post.
  • Uso de métricas básicas (alcance, clics en enlaces) para ajustar horarios, formatos y frecuencia sin saturar a quienes siguen las cuentas.

Antes, las redes se utilizaban de forma más reactiva: se publicaban carteles cuando surgía algo y muchas veces no había enlace claro a un lugar donde ampliar la información o inscribirse.

Algunas publicaciones tenían mucha visibilidad pero dejaban poca huella práctica, porque no estaban conectadas a formularios, documentos ni secciones estables de la web.

Ahora, cada vez que se comunica algo relevante se procura que haya un lugar en la web o la intranet al que apuntar, y las redes funcionan como escaparate para llevar tráfico a esos recursos.

Esto hace que la comunicación sume: quien llega por una story o un post tiene un clic más para llegar a un formulario, un documento o una guía que le permite actuar.

Transparencia

Convocatorias, actas e informes publicados y ordenados.

Las reuniones y decisiones dejan de quedar solo en correos internos y pasan a estar publicadas en la web de forma ordenada por fechas y órganos.

  • Publicación de las convocatorias de plenos y reuniones en la web, indicando fecha, orden del día y documentación asociada.
  • Subida de actas e informes aprobados para que cualquiera pueda revisar qué se debatió y qué se acordó en cada sesión.
  • Organización por años y órganos, para que sea fácil encontrar el historial de acuerdos, propuestas y posicionamientos.
  • Uso de la web como archivo de referencia frente a cambios de equipos o de personas, de forma que la memoria institucional no dependa solo de quien estuvo presente.

Antes, buena parte de la información sobre qué se discutía y decidía en los órganos de representación llegaba solo a través de correos puntuales o por transmisión oral.

Si alguien quería saber qué se había acordado un año atrás, dependía de que otra persona guardase el correo o el acta en su ordenador personal.

Ahora, convocatorias, actas e informes se publican en la web organizada por años y órganos, lo que permite seguir la historia de los acuerdos y exigir coherencia entre lo que se dijo y lo que se hace.

Esto refuerza la cultura de rendición de cuentas y facilita que cualquier estudiante pueda ver de dónde vienen las decisiones actuales.

Formularios

Un lugar donde encontrar (y entender) todos los formularios.

Las encuestas, solicitudes y formularios dejan de aparecer y desaparecer en redes y se centralizan en la web con explicación de para qué sirve cada uno.

  • Creación de una sección de “formularios abiertos” donde se listan las encuestas, inscripciones y solicitudes que están activas en cada momento.
  • Para cada formulario, breve ficha con objetivo, quién lo promueve, fecha de cierre y tiempo estimado de cumplimentación.
  • Enlace desde redes y canales de WhatsApp a la ficha correspondiente, para que no circule solo la URL suelta del formulario.
  • Archivo de formularios relevantes (por ejemplo, grandes encuestas estatales) con sus resultados o enlaces a los informes cuando se publican.

Antes, cuando se lanzaba un formulario, se compartía el enlace por redes y por grupos de WhatsApp y, una vez terminada la campaña, era complicado encontrarlo de nuevo o saber si seguía vigente.

El estudiantado recibía links sin contexto, lo que a veces generaba desconfianza o simplemente desmotivación para participar.

Ahora, las encuestas y formularios se agrupan en una sección web donde se explica para qué son, quién los lanza y hasta cuándo estarán abiertos, y las redes solo son la vía para difundir estos puntos de entrada.

Esto da más confianza, más contexto y permite que la participación sea más consciente y menos impulsiva.

6. Financiación y recursos

Hacer que cada euro cuente y que los recursos lleguen al estudiantado.

Aquí se recoge todo el trabajo de lectura del presupuesto, presentación de enmiendas, diseño del programa 423I y defensa de recursos para representación, delegaciones, asociaciones y servicios que afectan al día a día del estudiantado.

Presupuestos 2026

De ver el presupuesto como un PDF inabordable a trabajarlo como herramienta política.

Se ha pasado de asumir el presupuesto como algo “de la Universidad” a leer y analizar las cuentas 2026 completas (ingresos, gastos y Bases de Ejecución), identificando dónde están realmente los recursos ligados al estudiantado y qué efectos tienen en la vida universitaria.

  • Revisión línea a línea de las partidas que afectan al estudiantado (423I, ayudas, salud mental, igualdad, deporte, movilidad, residencia).
  • Análisis de las Bases de Ejecución para ver qué se puede hacer y qué no con cada crédito, incluidos los vinculados a representación estudiantil.
  • Uso de esa lectura para preparar enmiendas, preguntas formales y reuniones con Gerencia y Vicerrectorados.
Cómo han cambiado nuestra forma de mirar las cuentas.
Enmiendas y control

De dar por buenos los anexos a corregir datos y sesgos negro sobre blanco.

A partir de esa lectura se formulan enmiendas formales a los anexos del presupuesto, corrigiendo datos y pidiendo explicaciones allí donde los números no cuadran con la realidad de la Universidad.

  • Enmienda al Informe de impacto de género corrigiendo el número de decanas y directoras de centro, para que la fotografía institucional sea fiel a la realidad.
  • Preguntas concretas sobre ingresos previstos que figuran como 0,00 € en el Plan de Contratación (como concesiones de cafeterías), reclamando transparencia y coherencia.
  • Observaciones sobre cómo se describen y agrupan partidas ligadas a representación, igualdad o servicios al estudiantado.
Qué se hacía antes con los anexos y cómo se trabajan ahora.
Programa 423I

De una partida poco definida a un programa con objetivos claros y plan de uso.

El programa 423I – Apoyo a los órganos de representación estudiantil deja de ser solo una etiqueta en el presupuesto para convertirse en un modelo de financiación pensado y discutido, donde se delimita qué se financia, con qué criterios y con qué prioridades.

  • Definición de qué gastos corresponden a 423I (viajes de representación, materiales, actividades de acogida, herramientas digitales, formación…).
  • Propuesta de modelo de financiación basal para delegaciones y asociaciones, separado de la gestión cotidiana del programa 423I.
  • Trabajo con las Bases de Ejecución para que se reconozca el carácter específico y finalista de los recursos de representación estudiantil.
Cómo ha cambiado el papel del 423I en la práctica.
Ejecución del crédito

De gastar “a ojo” a saber en qué se va cada euro del 423I.

Se implanta una forma de trabajar el presupuesto basada en datos y rendición de cuentas: cuánto se ejecuta, en qué conceptos concretos y qué efecto tiene en la vida del estudiantado.

  • Ejecución del crédito de 8.100 € con un 78,77 % ejecutado a 1 de septiembre (6.380,48 €) y un 21,23 % reservado (1.719,52 €) para el último trimestre, evitando tanto la infraejecución como “quemar” el presupuesto antes de tiempo.
  • Priorización de gastos ligados a participación democrática y acogida: 1.193,58 € para fomentar la participación en las elecciones a Rector y 3.789,5 € en materiales de bienvenida (JOU, jornadas de acogida, marcapáginas, carpetas, etc.).
  • Elaboración de un informe financiero narrado que traduce cifras en logros concretos en el día a día del estudiantado.
Cómo se pasó de la intuición a los datos.
Delegaciones y asociaciones

De pedir todo “caso a caso” a pensar en una financiación basal estable.

El trabajo sobre el presupuesto no se queda en el 423I: se plantea un modelo estructural para que delegaciones y asociaciones tengan recursos mínimos asegurados, sin depender exclusivamente de ayudas puntuales.

  • Propuesta de que cada centro disponga de una dotación basal para su Delegación (desde el propio presupuesto del centro), complementaria a la convocatoria de ayudas.
  • Defensa de un sistema estable de financiación de asociaciones universitarias, que reconozca su papel en vida universitaria, cultura, ciencia y participación.
  • Planteamiento de que los gastos corrientes de las salas de Delegación (mobiliario inventariable, mantenimiento básico) los asuman los centros, liberando recursos del 423I para fines directamente ligados al estudiantado.
Qué pasaba antes y qué se está intentando cambiar.
Espacios y equipamiento

De salas olvidadas a planificar espacios dignos y una Casa del Estudiante.

Los recursos no son solo dinero: se ha trabajado para que haya espacios y equipamientos dignos para la representación y la vida universitaria.

  • Informe técnico de salas de Delegación, distinguiendo compras asumibles desde representación (material ligero, cartelería, pequeños equipamientos) y inversiones que debe asumir la Gerencia (mobiliario, pintura, reformas).
  • Coordinación con el Servicio de Informática para revisar y reforzar la dotación de ordenadores y equipos en salas y espacios de trabajo estudiantil.
  • Diseño inicial de una Casa del Estudiante para el futuro Campus del Cristo, con propuesta de espacios y usos elevada a Gerencia y al Equipo Rectoral.
Cómo se ha pasado de “aprovechar lo que hay” a planificar recursos.
Más allá de la UO

De asumir los precios y becas a enviar observaciones allí donde se deciden.

La financiación y los recursos del estudiantado no se juegan solo en el presupuesto interno: también en decretos de precios públicos, becas y convocatorias externas, donde se han enviado aportaciones en nombre del estudiantado.

  • Observaciones al Decreto de Precios Públicos 2025–26 del Principado, dejando constancia escrita del impacto que tienen las tasas en el acceso y permanencia.
  • Aportaciones al Estatuto de las personas en formación práctica no laboral y a la convocatoria FPU, insistiendo en criterios de beca que tengan en cuenta la situación socioeconómica.
  • Participación en redes estatales (CREUP, CEUNE, G9) para defender modelos de financiación más justos y un plan de gratuidad real de matrículas a medio plazo.
Cómo se relacionan los recursos internos con las decisiones externas.
Antes

El presupuesto de la Universidad era, en la práctica, un documento que apenas miraba nadie desde el estudiantado. Se conocían cifras muy generales (“hay recortes”, “hay superávit”), pero no se traducían en:

  • Qué programas concretos afectaban al estudiantado ni con qué cuantías.
  • Qué margen daban las Bases de Ejecución para usar o reorientar recursos.
  • Qué parte del presupuesto se vinculaba a representación, salud mental, deporte, igualdad, residencias o movilidad.

En la práctica, las cuentas se aprobaban casi siempre sin una lectura integral desde la perspectiva del alumnado, y muchas preguntas ni siquiera llegaban a formularse.

Ahora

Se ha asumido que las cuentas son también una responsabilidad de la representación estudiantil, y se ha realizado una lectura completa del Presupuesto 2026:

  • Revisando programas, capítulos y artículos para mapear dónde están los recursos que tocan al estudiantado.
  • Identificando si las Bases de Ejecución permiten o impiden determinadas actuaciones (apoyos, indemnizaciones, proyectos propios…).
  • Preparando, a partir de esa lectura, preguntas y enmiendas concretas en lugar de comentarios genéricos.

El presupuesto deja de ser solo un PDF para convertirse en una herramienta de trabajo político, con la que se puede discutir con datos en la mano y no solo con sensaciones.

Antes

Los anexos del presupuesto (impacto de género, planes de contratación, etc.) se aprobaban, en general, sin una revisión sistemática desde el lado estudiantil. Si había errores en la foto que se daba de la Universidad (número de decanas, distribución de cargos, ingresos a 0,00 € que no se explicaban…), solían pasar inadvertidos.

Eso hacía que la representación del estudiantado llegara siempre a posteriori, cuando los documentos ya estaban aprobados y solo quedaba “comentar” o quejarse en abstracto.

Ahora

La revisión de los anexos se asume como parte del trabajo ordinario y se han formulado enmiendas concretas y por escrito:

  • Corrigiendo datos del Informe de impacto de género que no coincidían con la realidad de la Universidad (como el número de decanas y directoras).
  • Señalando ingresos previstos que figuran como 0,00 € en el Plan de Contratación (por ejemplo, concesiones de cafeterías), pidiendo una explicación formal.
  • Cuestionando cómo se agrupan partidas que afectan a representación, igualdad o servicios al estudiantado cuando la redacción no es clara.

De esta forma, las enmiendas dejan constancia de que hay una mirada estudiantil atenta sobre la forma en que se presenta y describe el presupuesto.

Antes

El programa 423I aparecía en el presupuesto como una partida más, sin un modelo explícito que dijera:

  • Qué tipo de gastos tenían prioridad.
  • Qué debía ir por 423I y qué por otras vías (centros, vicerrectorados, convocatorias específicas).
  • Cómo se vinculaba ese dinero a objetivos medibles para el estudiantado.

En ausencia de ese modelo, el uso del programa dependía en gran parte de inercias y decisiones puntuales, difíciles de explicar hacia fuera.

Ahora

Se ha trabajado un modelo de financiación específico para el 423I, pensado desde el día a día de la representación:

  • Identificando los gastos que son propios de la representación (viajes a órganos, formación, materiales de acogida, herramientas digitales, campañas de información…).
  • Diferenciando la financiación basal de delegaciones y asociaciones de la gestión anual del programa, para no mezclar la supervivencia del tejido con gastos coyunturales.
  • Encajando ese modelo con las Bases de Ejecución, para que quede claro qué se puede financiar y bajo qué condiciones.

El 423I pasa así de ser “una partida” a ser una política con criterios, prioridades y lenguaje propio.

Antes

La ejecución del presupuesto se seguía de forma muy básica: se sabía si se “había gastado mucho” o “quedaba algo”, pero no:

  • Qué porcentaje real se ejecutaba y en qué momento del año.
  • Qué parte se iba a participación, a acogida, a viajes, a materiales…
  • Cómo se traducía cada gasto en mejoras visibles para el estudiantado.

Esto generaba la sensación de que el presupuesto era algo opaco, tanto hacia fuera como hacia dentro.

Ahora

Con el trabajo reciente se ha pasado a un seguimiento fino de la ejecución:

  • Se cuantifica cuánto se ejecuta y cuándo: un 78,77 % a 1 de septiembre, con un 21,23 % reservado para el último tramo del año, evitando tanto la infraejecución como el “hemos agotado el crédito”.
  • Se sabe qué partidas concretas se han financiado: participación en las elecciones a Rector, materiales de acogida, herramientas de comunicación…
  • Se elabora un informe financiero en lenguaje claro, que conecta cada euro con algo tangible en la vida del estudiantado.

El mensaje ya no es solo “se ha gastado”, sino “se ha gastado en esto, por estas razones y con estos resultados”.

Antes

Muchas delegaciones y asociaciones funcionaban a base de:

  • Solicitudes puntuales de ayuda para cada actividad.
  • Pequeños fondos informales o aportaciones personales.
  • Dependencia casi total de la buena voluntad de quien estuviera en el equipo directivo de turno.

No había, en la práctica, una financiación basal garantizada que permitiera planificar con cierta estabilidad.

Ahora

El trabajo sobre el presupuesto ha servido para poner sobre la mesa una lógica distinta:

  • Que cada centro disponga de una dotación basal propia para su Delegación, reconocida en su presupuesto.
  • Que exista un modelo estable de financiación de asociaciones, ligado a su aportación a la vida universitaria y no solo a proyectos aislados.
  • Que los gastos corrientes de salas y equipamiento básico los asuman los centros y servicios, y no se coman el 423I.

No resuelve de golpe todos los problemas de financiación, pero cambia la conversación: se habla de estructura y estabilidad, no solo de “ayudas sueltas”.

Antes

Las salas de Delegación y otros espacios estudiantiles solían vivir en una especie de “mientras sirva, se mantiene”:

  • Mobiliario antiguo o poco funcional.
  • Equipos informáticos desfasados o mal repartidos.
  • Ausencia de una visión global sobre qué espacios necesita el estudiantado en un campus moderno.

La idea de una Casa del Estudiante aparecía más como deseo que como proyecto trabajado.

Ahora

Se ha empezado a tratar los espacios y equipamientos como parte de los recursos estructurales del estudiantado:

  • Con un informe que separa qué puede comprar la representación y qué debe asumir la Universidad como inversión.
  • Con reuniones con el Servicio de Informática para redistribuir y reforzar equipos allí donde hacen falta.
  • Con un primer diseño serio de Casa del Estudiante trasladado a Gerencia de cara al futuro Campus del Cristo.

El mensaje es claro: la representación necesita también espacios dignos, no solo buenas intenciones.

Antes

Las decisiones sobre tasas, becas y financiación externa se veían como algo lejano:

  • Los decretos de precios públicos se daban casi por hechos.
  • Los cambios en becas o convocatorias se asumían como “lo que marque el Ministerio”.
  • Apenas quedaba constancia de la posición del estudiantado en esos procesos.

Eso hacía que muchas veces la voz estudiantil llegara tarde o ni siquiera quedara registrada por escrito.

Ahora

Sin dejar de ser conscientes de los límites, se ha optado por usar todos los canales disponibles:

  • Enviando observaciones al Decreto de Precios Públicos, explicando el impacto de tasas y recargos en la vida real de quienes estudian.
  • Participando en consultas sobre becas, FPU y estatutos de prácticas, para defender criterios más sensibles a la situación socioeconómica.
  • Trabajando en redes estatales (CREUP, CEUNE, G9) para que la financiación universitaria y los recursos estudiantiles no se discutan sin la voz del alumnado en la mesa.

No siempre se consigue todo lo que se plantea, pero queda claro que hay una posición estudiantil articulada cada vez que se decide sobre recursos.

7. Vida universitaria y bienestar

Una vida universitaria más habitable, acompañada y con espacios propios.

Aquí se ve lo que cambia en el día a día: cómo llega la información al móvil, cómo se acompaña al nuevo ingreso, cómo se abre una radio, un programa de mentoría o un tablón de anuncios, y cómo se hace más fácil participar en lo que pasa en los campus.

Información cotidiana

Que no te pierdas lo importante sin tener que perseguir veinte webs distintas.

Se refuerzan los canales pensados para el móvil: agendas semanales, hilos explicando trámites, recordatorios de plazos y un estilo de comunicación más claro y directo.

  • Publicación regular de agendas semanales de actividades (cultura, becas, talleres, prácticas, voluntariado), con enlaces directos a la información oficial.
  • Resúmenes de convocatorias y trámites en lenguaje comprensible, explicando “qué es”, “quién puede” y “qué plazos hay”, en lugar de solo reenviar el BOPA o el BOE.
  • Uso sistemático de formatos móviles (carruseles, historias, hilos) para agrupar en un solo lugar lo que antes aparecía disperso por webs, tablones físicos y correos que casi nadie leía.

Antes, para enterarse de lo que pasaba en la Universidad, lo normal era ir saltando entre webs distintas, carteles pegados en pasillos y correos masivos que pocas personas abrían.

Las actividades culturales, los plazos de becas o las oportunidades de voluntariado llegaban muchas veces tarde o de forma fragmentada, así que quien no estaba muy pendiente de todo directamente se lo perdía.

Ahora existe una dinámica estable de agendas semanales, resúmenes y recordatorios que permiten enterarse de lo esencial desde el móvil, sin tener que perseguir veinte canales distintos.

La información oficial sigue en sus webs y boletines, pero se acompaña de explicaciones, filtros y formatos pensados para que el estudiantado pueda decidir rápidamente si algo le interesa y qué pasos tiene que dar.

Bienvenida

Una entrada en la UO un poco menos caótica para quien llega por primera vez.

Se refuerzan las Jornadas de Orientación, se diseñan materiales pensados desde las dudas reales del alumnado y se acompaña al nuevo ingreso en los primeros pasos.

  • Participación activa en las Jornadas de Orientación Universitaria y en la acogida al nuevo ingreso, llevando información sobre trámites, becas, servicios y representación a los espacios donde ya está el estudiantado.
  • Diseño de materiales propios (marcapáginas, carpetas, pósters, pequeñas guías) que explican con claridad cómo moverse por la Universidad, qué hacer con dudas de horarios, exámenes, becas o prácticas y dónde pedir ayuda.
  • Refuerzo de la presencia en redes al inicio de curso, dedicando varias semanas a contenido específicamente orientado a quienes acaban de matricularse o están desembarcando en un campus nuevo.

Antes, la llegada a la Universidad dependía mucho de la suerte: del grupo en el que cayeras, de si alguien te explicaba los entresijos de horarios, becas y exámenes, o de si encontrabas por tu cuenta la información escondida en las webs.

Las Jornadas de Orientación ofrecían información valiosa, pero el foco estaba más en estudios y salidas profesionales que en la vida cotidiana de la persona que se matricula por primera vez.

Ahora, la acogida al nuevo ingreso incorpora materiales, mensajes y presencia específica pensada desde las dudas reales del alumnado: cómo se calcula la nota, qué pasa si suspendo, cómo cambio de grupo, qué hago con las becas, etc.

La combinación de stands, materiales impresos y contenido en redes permite que, aunque siga habiendo incertidumbres, haya también más puntos claros de apoyo y más personas sabiendo dónde pueden hacer la siguiente pregunta.

Mentoría

Un programa de mentoría entre iguales que ya tiene estructura y seguimiento.

La mentoría deja de ser una idea suelta y pasa a ser un programa con inscripciones, asignaciones, seguimiento y evaluación, para que nadie tenga la sensación de atravesar la Universidad en solitario.

  • Consolidación de un programa de mentoría entre iguales en el que estudiantes de cursos superiores acompañan a quienes acaban de llegar, con especial atención a quienes vienen de fuera o cambian de centro.
  • Puesta en marcha de un formulario de inscripción por pasos que recoge necesidades, titulaciones, centros y disponibilidad, facilitando asignaciones más razonables entre personas mentoras y mentorizadas.
  • Creación de un panel de seguimiento y feedback donde se registran actividades, se evalúa la experiencia y se detectan posibles mejoras del programa para cursos siguientes.

Antes, el acompañamiento entre iguales dependía casi por completo de que surgieran redes informales: amistades, grupos de WhatsApp de clase o coincidencias en la residencia o en el autobús.

Había experiencias y proyectos puntuales de mentoría, pero con menos estructura común, menos coordinación entre centros y sin un sistema de recogida de datos que permitiera mejorarlos con cada edición.

Ahora existe un programa de mentoría reconocible, con fases de inscripción, asignación y seguimiento, que permite a muchas personas de nuevo ingreso tener un referente cercano al que preguntar aquello que no se suele poner por escrito.

El uso de herramientas específicas para gestionar inscripciones, asignaciones y feedback hace posible ajustar el programa con datos, en lugar de basarse solo en impresiones informales.

UniOvi Radio

Una radio hecha por estudiantes que da voz a lo que pasa en los campus.

Nace una emisora universitaria digital, con programas hechos por estudiantes y contenidos sobre vida universitaria, cultura, ciencia y participación.

  • Puesta en marcha de una radio universitaria digital, impulsada desde la representación estudiantil, con programas que se emiten en directo o en formato podcast.
  • Apertura de espacios en la parrilla para programas creados por grupos de estudiantes, asociaciones y proyectos, convirtiendo la radio en un altavoz de iniciativas que antes quedaban en círculos muy pequeños.
  • Uso de la radio para cubrir actividades universitarias (encuentros, charlas, eventos culturales, jornadas) y para explicar de forma más cercana procesos que afectan al estudiantado.

Antes, la Universidad de Oviedo contaba con iniciativas de comunicación institucional y con proyectos puntuales de radio, pero faltaba un espacio estable donde la voz del estudiantado fuera protagonista.

Muchas ideas, debates y proyectos se quedaban dentro de las aulas, en pasillos o en grupos pequeños, sin un canal propio para contarlos al resto de la comunidad universitaria.

Ahora, la creación de una emisora universitaria digital permite que haya programas pensados, guionizados y producidos por estudiantes, con espacio para cultura, ciencia, actualidad universitaria y participación.

Esto no sustituye a la comunicación institucional, pero añade un canal propio donde se puede hablar en primera persona de lo que supone estudiar, investigar y participar en la UO.

Anuncios y alojamiento

Un tablón digital para buscar habitación, prácticas u oportunidades.

Se crea un espacio propio donde el estudiantado puede publicar y consultar anuncios sobre alojamiento, prácticas, proyectos y eventos, con filtros por temas.

  • Creación de un tablón de anuncios digital con categorías específicas (por ejemplo, Alojamiento, Prácticas, Eventos), accesible para el estudiantado verificado.
  • Puesta en marcha de una página de alojamiento con información clara y un espacio donde se agrupan las ofertas y demandas de habitaciones o pisos compartidos vinculados a la comunidad universitaria.
  • Integración del tablón en la comunicación habitual (redes, web, correos), de forma que las personas saben dónde buscar cuando necesitan compartir piso, encontrar compañeras de alojamiento o localizar prácticas.

Antes, encontrar habitación o personas con quien compartir piso dependía sobre todo de grupos informales, redes sociales abiertas o plataformas externas sin vínculo específico con la Universidad.

Lo mismo ocurría con prácticas, pequeños proyectos o eventos: quien no estaba en los círculos adecuados podía no enterarse de oportunidades que sí le habrían interesado.

Ahora existe un tablón digital que agrupa anuncios por temas y una página específica de alojamiento, lo que permite canalizar de forma más ordenada la oferta y la demanda dentro de la comunidad universitaria.

Esto no sustituye a otras plataformas, pero ofrece un espacio propio donde es más fácil que la persona que estudia en la UO encuentre a quien también está en la UO.

Vida asociativa

Más fácil sacar adelante actividades y proyectos desde asociaciones y grupos.

Se acompaña a asociaciones y colectivos estudiantiles en la parte burocrática, económica y de difusión, para que puedan centrarse más en lo que quieren hacer.

  • Acompañamiento a asociaciones universitarias en la preparación de solicitudes de espacios, permisos, seguros y pequeños presupuestos para sus actividades.
  • Difusión prioritaria en agendas y redes de las actividades organizadas por asociaciones y grupos de estudiantes, para que lleguen más allá de su círculo más cercano.
  • Defensa de un modelo estable de financiación que permita a las asociaciones planificar a medio plazo y no vivir solo de convocatorias puntuales o patrocinios improvisados.

Antes, muchas asociaciones estudiantiles se encontraban con un laberinto de trámites a la hora de organizar una simple actividad: reservas de espacios, seguros, compras pequeñas, justificaciones…

La difusión dependía en gran medida de sus propios canales, así que era fácil que una actividad interesante pasara desapercibida para la mayoría del estudiantado.

Ahora, la representación estudiantil trabaja como punto de apoyo para asociaciones y colectivos, ayudando a traducir la burocracia universitaria y a conectar sus actividades con la agenda general.

La discusión sobre financiación deja de centrarse solo en “a ver si hay alguna ayuda este año” y pasa a hablar de modelos estables que permitan sostener una vida asociativa rica y diversa.

Cultura universitaria

Una oferta cultural más visible y conectada con las aulas.

La programación cultural deja de ser un listado aislado y se integra en la vida diaria: conciertos, teatro, cine, exposiciones y encuentros llegan a más gente.

  • Difusión sistemática de la programación cultural universitaria (música, teatro, cine, exposiciones) en los canales habituales del estudiantado, con contexto y recordatorios de fechas clave.
  • Coordinación con unidades responsables de cultura para que actividades pensadas para la comunidad universitaria se programen en horarios y formatos compatibles con la asistencia del estudiantado.
  • Visibilización de proyectos artísticos y culturales impulsados por estudiantes, conectándolos con la oferta oficial y abriendo más espacios a la creación propia.

Antes, la oferta cultural universitaria era rica, pero muchas personas la descubrían por casualidad o después del evento, cuando veían la noticia o el cartel ya pasado.

La conexión entre esa programación y la vida de las aulas era menor, y a veces resultaba complicado compatibilizar la asistencia con las cargas académicas.

Ahora, la programación cultural se integra en la comunicación semanal dirigida al estudiantado y se busca que las actividades dialoguen con la vida académica, no compitan a ciegas contra ella.

Eso no elimina los problemas de horarios o cargas, pero sí hace que quien quiera participar tenga más fácil enterarse a tiempo de qué hay, cuándo y dónde.

Movilidad y oportunidades

Entender mejor cómo irse de Erasmus, hacer prácticas o aprovechar oportunidades.

Se traducen convocatorias de movilidad y prácticas, se responden dudas recurrentes y se agrupa la información para que las oportunidades no se queden solo para quienes ya lo conocen todo.

  • Elaboración de resúmenes comprensibles de convocatorias como Erasmus+ KA131, ayudas de movilidad, prácticas o estancias cortas, explicando plazos y requisitos sin jerga administrativa.
  • Puesta en marcha de formularios de recogida de dudas sobre movilidad, cuya respuesta se aprovecha para generar contenido público que ayuda también a otras personas en la misma situación.
  • Refuerzo de canales específicos de comunicación para quienes están preparando una movilidad (por ejemplo, listados de difusión o canales de mensajes), de modo que no dependan solo de correos puntuales.

Antes, muchas personas descartaban de entrada irse de movilidad o solicitar prácticas porque la información les resultaba inaccesible o confusa, y porque la primera impresión era que “esto no es para mí”.

Las dudas se repetían de forma individual en correos y ventanillas, sin aprovecharse para mejorar la información general.

Ahora, las convocatorias se acompañan de explicaciones, infografías y recordatorios que hacen más fácil entender qué se está ofreciendo y qué pasos hay que seguir.

El uso de formularios y canales específicos permite detectar dudas recurrentes y convertirlas en información útil para todo el mundo, reduciendo la sensación de que la movilidad es un laberinto reservado a quienes ya conocen el sistema.

8. Internacionalización e INGENIUM

Movilidades más claras, accesibles y acompañadas, y una alianza europea con voz estudiantil.

Desde las convocatorias Erasmus+ hasta las micro-movilidades de INGENIUM, se ha ido pasando de una internacionalización lejana a otra más pegada a la vida real del estudiantado: guías en claro, acompañamiento individual, semanas temáticas, becas, prácticas y un papel activo en la alianza europea de la UO.

Convocatorias Erasmus+

Convocatorias explicadas en claro, con guías y ejemplos reales.

Las resoluciones oficiales se acompañan de materiales en lenguaje comprensible, que aterrizan qué significan los plazos, requisitos y cuantías para el día a día de quien quiere irse de movilidad.

  • Lectura detallada de las convocatorias KA131 y elaboración de resúmenes prácticos para redes, charlas y documentos compartidos.
  • Explicación de la estructura de tres plazos de solicitud (general, AEL y segundo semestre de máster/doctorado), con ejemplos de perfiles que encajan en cada uno.
  • Desglose de las cuantías por grupo de país, complementos de “menos oportunidades”, ayudas de viaje y desplazamiento ecológico, para que cada persona pueda estimar de forma realista su financiación.

Antes, muchas personas llegaban a las convocatorias Erasmus+ leyendo únicamente el extracto del BOPA o la resolución larga, con lenguaje jurídico y sin ejemplos concretos de cómo se aplicaban los plazos o los grupos de países a su caso.

La información económica (grupos 1, 2, 3, terceros países, complementos y ayudas de viaje) resultaba confusa, y no siempre quedaba claro qué podía esperar cada estudiante según su destino y su situación.

Ahora, cada convocatoria se acompaña de materiales explicativos y resúmenes que traducen la jerga administrativa a lenguaje práctico, con ejemplos de itinerarios, plazos y combinaciones de ayudas.

Las personas interesadas pueden entender de forma rápida si les compensa presentarse, qué documentación necesitan, qué peso tiene el expediente y cómo funcionan los complementos de inclusión o el desplazamiento ecológico.

Acompañamiento Erasmus

No solo “presentar la solicitud”, sino acompañar antes, durante y después.

La internacionalización se entiende como un proceso completo: elección de destino, trámites, problemas en el extranjero, reconocimiento a la vuelta y compatibilidad con becas.

  • Orientación directa a estudiantes sobre elección de destino, compatibilidad con itinerarios docentes y ajuste de los Learning Agreements.
  • Acompañamiento cuando surgen incidencias con matrículas, cambios de asignaturas o reconocimiento de créditos, mediando con centros y servicios.
  • Explicación de la compatibilidad entre becas estatales, ayudas propias de la UO y financiación Erasmus+, para evitar renuncias por miedo a “perder una ayuda”.

Antes, muchas dudas de movilidades se resolvían solo con correos genéricos o consultas puntuales en oficinas, sin un acompañamiento que mirase la trayectoria completa del grado ni las circunstancias personales de cada estudiante.

Problemas con cambios de asignaturas, ampliaciones de estancia o reconocimiento a la vuelta podían traducirse en retrasos, pérdida de créditos o sensación de abandono.

Ahora, cada vez es más habitual que las personas encuentren a alguien que les ayude a pensar la movilidad de forma integral, conectando centros, servicios y normativas para evitar que un problema puntual se convierta en un curso perdido.

El foco pasa de “ya has presentado la solicitud” a “cómo garantizamos que lo que cursas fuera cuente de verdad para tu titulación y tu economía”.

Plazos y flexibilidad

Plazos escalonados y más opciones para quien decide más tarde.

La estructura en varios plazos permite que no todo dependa de decidir la movilidad casi dos cursos antes, y abre alternativas para grupos con calendarios distintos.

  • Defensa de una estructura de varios plazos de solicitud en las convocatorias, que incluya ventanas específicas para AEL y para el segundo semestre de máster y doctorado.
  • Seguimiento de cómo esa estructura impacta en las listas de espera, adjudicaciones y renuncias, aportando datos desde la experiencia del estudiantado.
  • Visibilización de que decidir “más tarde” no debería significar quedarse siempre sin plaza, especialmente en contextos laborales o familiares complejos.

Antes, gran parte de las oportunidades de movilidad se concentraban en plazos muy tempranos, lo que favorecía a quien tenía información, seguridad económica y planes claros desde muy pronto en el grado.

Quien necesitaba decidir en función de prácticas, trabajo, cuidados familiares o salud quedaba con menos margen real para acceder a destinos competitivos.

Con la estructura de varios plazos y una mirada más fina a distintos perfiles, la internacionalización se acerca también a quienes no pueden decidirlo todo con tanta antelación.

Sigue habiendo limitaciones, pero el diseño de la convocatoria reconoce que no todo el estudiantado vive las decisiones de movilidad de la misma manera ni con las mismas condiciones.

Incoming y acogida

El estudiantado que llega también encuentra información clara y espacios.

La internacionalización no es solo salir fuera: también es cuidar cómo se recibe y se integra al estudiantado que llega a la Universidad de Oviedo.

  • Impulso a materiales informativos y de bienvenida en inglés y castellano, enlazados con las Jornadas de Orientación y las semanas de acogida.
  • Coordinación con centros para que el estudiantado incoming tenga referentes claros sobre horarios, tutorías, evaluación y recursos de apoyo.
  • Visibilización de las oportunidades de participación (asociaciones, delegaciones, eventos) también para quienes solo estarán un semestre o un curso.

Antes, parte del estudiantado incoming llegaba a la UO con información muy dispersa y dependía casi exclusivamente de la buena voluntad de compañeros y profesorado para entender horarios, evaluación o canales de participación.

La experiencia podía ser muy distinta según el centro y el grupo en que cayesen.

Ahora hay más materiales accesibles, espacios de acogida y referencias claras en los centros, lo que reduce la sensación de desorientación al llegar.

La internacionalización “en casa” gana peso: no solo se envía a estudiantes fuera, sino que se intenta que quienes vienen se sientan parte de la comunidad y puedan aportar su mirada.

Idiomas y acreditación

Idiomas pensados también como llave de acceso a movilidades.

Las políticas de idiomas se miran no solo como requisito abstracto, sino como una barrera o facilitador real para participar en movilidad internacional.

  • Traslado sistemático de problemas en la acreditación lingüística necesaria para acceder a ciertos destinos, especialmente en primeras convocatorias Erasmus.
  • Defensa de que la oferta del Centro de Idiomas y de otras entidades concertadas se coordine con los niveles y plazos que exigen las convocatorias.
  • Visibilización de que el idioma no puede ser un filtro silencioso que expulse a quienes no han tenido oportunidades previas de formación.

Antes, muchas personas descubrían tarde que no cumplían el nivel de idioma requerido, o no sabían qué certificaciones aceptaba la Universidad para un determinado destino.

El idioma funcionaba como una barrera poco visible que dejaba fuera a estudiantes con buen expediente pero con menos acceso previo a formación lingüística.

Ahora, los problemas de acreditación y plazos se ponen sobre la mesa de forma más sistemática, y se puede exigir que la política de idiomas se piense también desde la equidad y la igualdad de oportunidades.

Esto no resuelve todos los desequilibrios, pero hace más difícil ignorar que el idioma es parte de la política de movilidad, no solo una condición previa.

INGENIUM · Gobernanza

Estar en la mesa donde se diseña la alianza europea.

La alianza INGENIUM pasa de ser un proyecto “de universidades” a un espacio en el que la voz estudiantil participa en su gobernanza y en las políticas que la sostienen.

  • Participación continuada en los órganos de gobernanza estudiantil de INGENIUM, donde se discuten agendas, prioridades y diseño de actividades.
  • Aportación a documentos estratégicos de la alianza, como las políticas de multilingüismo e interculturalidad, desde la realidad de las aulas de la UO.
  • Seguimiento de cómo se implementan localmente los compromisos asumidos en la alianza, para que no se queden solo en la firma de principios.

Antes, las alianzas europeas se percibían muchas veces como algo que ocurría “arriba”, decidido entre rectorados y equipos, con poca información sobre qué implicaban realmente para la experiencia cotidiana del estudiantado.

La participación estudiantil en su gobernanza era más limitada y fragmentaria.

Ahora, la representación estudiantil forma parte de los espacios donde se define qué es INGENIUM, qué proyectos se priorizan y cómo se concretan los principios de multilingüismo, equidad e inclusión.

Eso permite conectar las decisiones europeas con las necesidades reales de las titulaciones y campus de la UO, y reclamar coherencia entre discurso y práctica.

INGENIUM · Movilidades

Movilidades cortas y actividades conjuntas que acercan Europa al aula.

INGENIUM introduce semanas temáticas, micro-movilidades y actividades compartidas que permiten vivir la internacionalización incluso sin un semestre completo fuera.

  • Difusión y apoyo a programas cortos de la alianza (semanas temáticas, escuelas de verano, actividades online conjuntas) pensados para distintos perfiles.
  • Trabajo para que estas experiencias tengan un reconocimiento académico claro, evitando que se queden en “actividades bonitas” sin peso en el expediente.
  • Promoción de la idea de “internacionalización en casa”: contacto con alumnado y profesorado de otras universidades INGENIUM sin necesidad de una estancia larga, complementando las movilidades clásicas.

Antes, la internacionalización se asociaba casi exclusivamente a estancias largas tipo Erasmus, difíciles de compatibilizar para quienes trabajan, tienen responsabilidades de cuidados o viven situaciones económicas ajustadas.

Las experiencias de cooperación europea entre aulas eran más puntuales y menos visibles.

Ahora, las movilidades cortas y las actividades conjuntas de INGENIUM ofrecen una gama más amplia de formas de “salir y entrar” en contextos europeos, ajustándose mejor a distintas trayectorias vitales.

La internacionalización deja de ser una experiencia reservada a quien puede irse un año entero fuera, y se abre a más perfiles.

INGENIUM · Proyectos

Proyectos impulsados por estudiantes entre universidades socias.

La alianza europea no solo financia estructuras, también apoya proyectos creados y liderados por estudiantes de distintas universidades.

  • Difusión y apoyo a la convocatoria INGENIUM Student Partnerships, explicando requisitos, plazos y ejemplos de proyectos posibles.
  • Acompañamiento a grupos que quieren presentar propuestas conjuntas con otras universidades, ayudando a perfilar objetivos, actividades y presupuestos.
  • Seguimiento de los proyectos aprobados para que su impacto no se quede en un solo curso, sino que pueda integrarse en dinámicas estables (asignaturas, asociaciones, eventos).

Antes, muchas convocatorias europeas para proyectos estudiantiles pasaban desapercibidas, o se percibían como algo lejano y difícil de encajar en la carga académica.

La falta de ejemplos y de acompañamiento hacía que solo unos pocos perfiles se animasen a presentarse.

Ahora, se trabaja para que las Student Partnerships y otras líneas similares se vean como una oportunidad real de aprender, viajar y cooperar, conectando asignaturas, asociaciones y grupos de estudiantes.

Quien quiere implicarse encuentra más fácilmente información, modelos y personas dispuestas a ayudar a estructurar el proyecto.

Coordinación interna

Mejor engranaje entre ONEO, centros y representación estudiantil.

La internacionalización solo funciona si las piezas internas de la Universidad están coordinadas: oficina de movilidad, centros, comisiones y representación estudiantil.

  • Traslado de incidencias recurrentes en la relación entre ONEO, centros y estudiantado, convirtiéndolas en temas de trabajo y no solo en quejas sueltas.
  • Defensa de refuerzos personales y organizativos en la Oficina de Movilidad cuando el volumen de gestiones y consultas se dispara.
  • Reivindicación de una estructura clara de personas de referencia en cada centro para temas de movilidad, evitando el “no sé a quién tengo que escribir”.

Antes, los problemas de coordinación se vivían sobre todo como correos sin respuesta, tiempos de espera largos o informaciones contradictorias según quién atendiera en cada momento.

Faltaba una lectura más global de esas incidencias como señales de que el engranaje interno necesitaba refuerzo y clarificación.

Ahora, muchas de esas situaciones se recogen, se ponen en común y se trasladan a órganos de gobierno como cuestiones estructurales, lo que permite hablar de refuerzos de personal, protocolos claros y canales de comunicación estables.

La idea es que el estudiante no tenga que ser quien coordine por su cuenta a los distintos servicios de la Universidad.

Derechos & bienestar

Pensar la movilidad también desde la equidad y la salud.

La internacionalización se conecta con otros ejes: becas, salud mental, igualdad, conciliación, para que no se convierta en un privilegio reservado a unos pocos perfiles.

  • Enlace explícito entre convocatorias Erasmus+ y debates sobre equidad económica, salud mental y “menos oportunidades”.
  • Defensa de que las cargas de trabajo, plazos y requisitos académicos de las movilidades tengan en cuenta el impacto emocional y la situación vital de cada persona.
  • Uso de datos y testimonios para mostrar que quien se queda fuera de la movilidad no siempre es quien “no quiere”, sino quien no puede asumir los costes ocultos.

Antes, la internacionalización se trataba muchas veces separada de los debates sobre becas, salud mental o conciliación, como si participar en una movilidad fuese solo cuestión de “quererlo lo suficiente”.

Eso invisibilizaba a quien no podía asumir determinados costes económicos, emocionales o familiares.

Ahora, la movilidad se discute también junto con las políticas de ayudas, salud mental, igualdad y campus saludable, lo que permite reclamar medidas específicas para que nadie quede fuera por motivos de renta, género o salud.

La internacionalización se va incorporando a la agenda de derechos, y no solo a la agenda de prestigio institucional.

9. Agenda y presencia institucional

Estar presentes donde se decide la Universidad y cómo se relaciona con el entorno.

La representación estudiantil no se queda en los pasillos: ocupa sus asientos en el Claustro, en el Consejo de Gobierno y en los órganos externos, se sienta con Gerencia, con los Vicerrectorados y con el Principado, participa en redes estatales y europeas y mantiene una agenda que combina reuniones, visitas a facultades y presencia en actos. Aquí se ve cómo cambia pasar de “que nos inviten” a estar de forma estable en todas estas mesas.

Órganos de gobierno internos

Asientos estudiantiles activos en el Consejo de Gobierno y el Claustro.

Las personas que ocupan escaños estudiantiles asisten de forma sistemática a los Consejos de Gobierno y a los Claustros, intervienen en los puntos clave y llevan allí debates que antes se quedaban solo en pasillos o redes.

  • Presencia continua en las sesiones ordinarias y extraordinarias del Consejo de Gobierno y del Claustro universitario, sin dejar sillas vacías de representación estudiantil.
  • Intervenciones en presupuestos, calendario académico, normativas de evaluación, reglamentos electorales, estatutos y planes estratégicos.
  • Coordinación previa entre quienes tienen acta para preparar posiciones compartidas y, cuando hace falta, votos particulares o en contra en los órganos.

Antes, la presencia estudiantil en el Consejo de Gobierno y en el Claustro era más irregular: había sesiones a las que acudía solo parte de quienes tenían acta, con intervenciones puntuales y menos coordinación previa.

Muchos temas se vivían como decisiones “ya tomadas” por otros niveles, y el estudiantado llegaba a los órganos con la sensación de poder hacer poco más que votar lo que se ponía sobre la mesa.

La comunicación con el resto del estudiantado tras las sesiones era más limitada: costaba saber qué se había defendido, qué se había votado y qué se había conseguido cambiar.

Ahora, los asientos estudiantiles en el Consejo de Gobierno y en el Claustro se ocupan de forma estable, con intervenciones en los puntos clave y votaciones que reflejan posiciones trabajadas previamente.

Las personas que representan al estudiantado llegan a las sesiones con propuestas de enmienda, alternativas o votos particulares preparados, y utilizan los turnos de palabra para marcar posición en temas como presupuestos, evaluación, calendario, estatutos y reglamentos electorales.

Tras las sesiones, se devuelven resúmenes e informes, de manera que lo que se defiende dentro de los órganos puede contrastarse con el estudiantado al que se representa.

Comisiones internas

Estar en las comisiones donde se cocina el detalle de las normas.

La representación estudiantil no se limita a los plenos: participa en comisiones académicas, económicas, de calidad, de internacionalización, igualdad, cooperación, deporte y salud, donde se redactan borradores y se negocian matices.

  • Participación en comisiones de planificación académica, calidad, calendario y ordenación de enseñanzas, donde se discute cómo queda el día a día en las aulas.
  • Presencia en espacios donde se debate la política económica de la institución: presupuestos, bases de ejecución, ayudas a estudiantes y financiación de la representación.
  • Asistencia a órganos y grupos vinculados a internacionalización, igualdad, salud mental, deporte, cooperación al desarrollo y otros ejes transversales.

Antes, muchas comisiones trabajaban sin apenas seguimiento estudiantil: los documentos llegaban a los órganos ya cerrados, y era difícil introducir cambios si no se estaba presente en la fase de borrador.

La representación se veía más como algo centrado en el Claustro y el Consejo de Gobierno, y menos como un actor en los espacios técnicos donde se afinan los reglamentos y las convocatorias.

Esto hacía que, cuando el estudiantado detectaba un problema en una norma, ya fuera tarde para cambiarla sin abrir otro proceso entero.

Ahora, las personas que representan al estudiantado piden de forma sistemática estar en las comisiones donde se elaboran calendarios, reglamentos, planes directores, bases de ejecución, planes estratégicos y convocatorias de ayudas.

Eso permite introducir matices desde el principio, detectar problemas antes de que lleguen a los plenos y, cuando no se consigue convencer, dejar constancia en las actas de las posiciones estudiantiles.

Los documentos dejan de ser “sorpresas” y pasan a ser piezas que se han discutido previamente en mesas de trabajo donde el estudiantado está presente.

Consejo Social

Llevar la voz del estudiantado al Consejo Social y al exterior de la UO.

La representación estudiantil ocupa su sitio en el Consejo Social, interviene cuando se tratan presupuestos, tasas, planes estratégicos o rendiciones de cuentas, y traslada allí la perspectiva de quien vive la Universidad desde las aulas.

  • Asistencia a plenos del Consejo Social en los que se presentan y se votan presupuestos, memoria de gestión, informes de evaluación y planes estratégicos.
  • Intervenciones para explicar cómo afectan esas decisiones a la vida académica, económica y personal del estudiantado.
  • Coordinación posterior con otros representantes para analizar las sesiones y preparar propuestas de mejora o enmiendas para la ronda siguiente.

Antes, el Consejo Social podía percibirse como un órgano lejano, centrado en la relación con empresas, administraciones y financiadores, con una voz estudiantil menos estructurada.

La mirada de quien estudia en la UO llegaba más por vías informales que por intervenciones claras en los puntos del orden del día.

Ahora, la representación estudiantil usa sus asientos en el Consejo Social para hablar de tasas, becas, vivienda, transporte, salud mental, empleo, internacionalización e igualdad, y vincular esas decisiones a la realidad de las aulas.

Cada sesión se prepara y se evalúa después, de forma que las posiciones estudiantiles en el Consejo Social se enmarcan en una agenda más amplia y coherente.

Rectorado y Gerencia

Reuniones regulares con Rectorado y Gerencia, no solo cuando hay crisis.

La agenda recoge reuniones periódicas con el Rectorado, los Vicerrectorados y Gerencia, en las que se revisan compromisos, se anticipan problemas y se construyen acuerdos como el de los 10 puntos del 17/01/2025.

  • Reuniones programadas con el Rectorado y Gerencia para hacer seguimiento de compromisos en gratuidad de matrículas, ayudas, salud mental, vivienda, transporte e infraestructuras.
  • Canales directos con Vicerrectorados de Estudiantes, Internacionalización, Profesorado, Planificación, Relaciones Institucionales, Investigación e Igualdad.
  • Uso de estas reuniones para desatascar expedientes, reconducir conflictos y abrir nuevas líneas de trabajo antes de que los problemas se hagan crónicos.

Antes, el contacto con Rectorado y Gerencia tendía a concentrarse en momentos de conflicto o urgencia: se pedía cita cuando había un problema concreto o una crisis mediática, y después esa relación se enfriaba.

Eso dificultaba el seguimiento de acuerdos y hacía que cada negociación empezase casi de cero, sin una agenda de trabajo continuada.

Ahora, las reuniones con Rectorado, Vicerrectorados y Gerencia forman parte de una agenda estable, en la que se revisan los compromisos asumidos, se mide qué se ha cumplido y se ponen nuevas prioridades encima de la mesa.

El acuerdo de los 10 puntos del 17/01/2025 es un ejemplo de cómo estas reuniones se traducen en documentos firmados que recogen cuestiones como gratuidad, salud mental, ONEO, ayudas propias o servicios de apoyo.

Principado y autoridades

Sentarse con el Principado para hablar de tasas, becas, vivienda y transporte.

La agenda incluye reuniones y escritos con el Gobierno del Principado y otras administraciones para hablar de precios públicos, vivienda, transporte, empleo y cooperación, y para presentar observaciones a normas autonómicas.

  • Reuniones con la Consejería de Ciencia, Industria y Empleo y otras áreas del Principado para hablar de precios públicos, becas complementarias, transporte universitario y vivienda.
  • Presentación de observaciones formales a proyectos de decreto y de ley, como los de tasas universitarias o la futura ley de cooperación al desarrollo y solidaridad.
  • Contacto con ayuntamientos y consorcios de transporte en temas como nuevas líneas al Campus de Mieres o mejora de conexiones con campus y centros.

Antes, la interlocución con el Principado y otras administraciones se daba en momentos muy concretos o a través de terceros, y la voz del estudiantado llegaba de forma menos directa a las mesas donde se fijan tasas o se diseña la política de vivienda y transporte.

Las observaciones a normas autonómicas eran más la excepción que la regla.

Ahora, la agenda contempla reuniones directas con la Administración autonómica y local, y el estudiantado envía escritos de observaciones cuando se regulan cuestiones que le afectan de lleno: precios públicos, ayudas, transporte, cooperación o juventud.

Eso permite que la realidad de los campus esté presente cuando se toman decisiones que luego aparecerán en el BOPA.

Redes estatales

Participar activamente en las redes estudiantiles del Estado.

La representación estudiantil no se encierra en la UO: aporta en espacios estatales como coordinadoras de representación universitaria, grupos de trabajo sobre becas, salud mental, prácticas o regulación del estudiantado.

  • Participación en asambleas generales, grupos de trabajo y encuentros estatales sobre becas, salud mental, prácticas, gobernanza e igualdad.
  • Contribución a documentos de posición enviados a Ministerios y Conferencias sectoriales, basados en la realidad de la Universidad de Oviedo.
  • Uso de esos espacios para traer ideas y buenas prácticas a la UO (salud mental, participación, evaluación, prácticas, vivienda) y para dar visibilidad a las iniciativas propias.

Antes, la participación en redes estatales podía limitarse a acudir a alguna asamblea suelta o a seguir de lejos los posicionamientos, sin un trabajo sistemático para convertir esas agendas en cambios concretos en la UO.

Se perdían oportunidades de aprender de otras universidades o de colocar la realidad asturiana en los debates estatales.

Ahora, la agenda incluye asistencia regular a reuniones estatales, participación en grupos de trabajo específicos y contribuciones a documentos que impactan en normas como el Estatuto del Estudiante en Prácticas o el sistema de becas.

Lo que se aprende en esas redes vuelve a la UO en forma de propuestas, y lo que se hace en la UO se comparte fuera como experiencia propia.

Redes europeas

Construir la voz estudiantil en alianzas europeas como INGENIUM.

La representación estudiantil se sienta en los espacios de gobernanza estudiantil de INGENIUM y otras alianzas, participa en la redacción de políticas de multilingüismo, inclusión y movilidad y vincula esas agendas con lo que pasa en los campus asturianos.

  • Participación en el Consejo o Foro Estudiantil de INGENIUM, aportando la mirada de la UO en temas de movilidad, multilingüismo, inclusión y vida universitaria.
  • Contribución a documentos como la policy de multilingüismo e interculturalidad y a actividades de la Semana de la Diversidad INGENIUM.
  • Aprovechar estos espacios para defender que la internacionalización no sea solo movilidad física, sino también justicia lingüística, accesibilidad y equidad.

Antes, la participación estudiantil en alianzas europeas era más difusa: las decisiones y documentos circulaban, pero había menos presencia directa en los espacios donde se definían prioridades y políticas.

La internacionalización se vivía más como algo que “viene de fuera” que como un espacio donde el estudiantado de la UO puede fijar agenda.

Ahora, la representación estudiantil se sienta en las mesas europeas donde se discute cómo serán los campus de la alianza, cómo se gestionan los idiomas, qué apoyos necesitan las personas en movilidad y cómo se cuida la inclusión en un espacio transnacional.

Esa presencia permite traer a Asturias debates que se están dando en Europa, y llevar a esas alianzas preocupaciones muy concretas de quienes estudian en la UO.

Centros y campus

Visitar facultades, asistir a juntas y estar en los actos clave.

La agenda no es solo despacho: incluye visitas a centros y campus, asistencia a Juntas de Facultad y Escuela y presencia en actos institucionales donde se visibiliza el papel del estudiantado.

  • Rondas de visitas a facultades y escuelas, reuniones con equipos directivos y con Delegaciones para recoger problemas concretos de titulaciones y grupos.
  • Participación en Juntas de Facultad y Escuela donde se aprueban horarios, permanencias, normativas internas o memorias de calidad.
  • Presencia en aperturas y clausuras de curso, actos de graduación, entrega de premios, conmemoraciones y días internacionales, dando voz al estudiantado en las intervenciones.

Antes, muchas personas percibían la representación como algo muy centrado en el edificio histórico o en los organismos centrales, con menos presencia continuada en las Juntas de centro o en los actos cotidianos de cada campus.

Los problemas locales de una titulación tardaban más en encontrar cauces para ser llevados a los órganos generales.

Ahora, las visitas a centros y la asistencia a Juntas se integran en una agenda que recorre campus y facultades, recoge situaciones concretas y las conecta con los debates del Claustro, el Consejo de Gobierno o las comisiones.

La presencia en actos institucionales permite que, cuando se habla “en nombre de la comunidad universitaria”, la mirada del estudiantado esté realmente en el escenario y no solo entre el público.

Diálogo social

Estar también en las mesas con sindicatos, colegios profesionales y entidades.

La agenda incluye encuentros con sindicatos, colegios profesionales, asociaciones, entidades juveniles y del tercer sector para hablar de empleo, prácticas, profesionalización, salud mental y derechos.

  • Reuniones con organizaciones sindicales y con la representación del personal universitario para hablar de horarios, cargas de trabajo, convivencia en las aulas y evaluación.
  • Contactos con colegios profesionales, asociaciones sectoriales y entidades juveniles para abordar prácticas, empleabilidad, orientación y profesionalización del estudiantado.
  • Colaboración con entidades sociales y ONGs en temas de salud mental, diversidad, igualdad, inclusión y cooperación.

Antes, el diálogo con sindicatos, colegios profesionales y entidades sociales se daba más a través de contactos informales o coincidencias puntuales, sin una agenda propia clara.

Se perdían sinergias posibles entre lo que pasaba en la Universidad y lo que trabajaban estas organizaciones en materia de juventud, empleo o salud mental.

Ahora, la representación estudiantil reserva tiempo en su agenda para estas reuniones, y las utiliza para alinear demandas (por ejemplo, sobre prácticas, salarios, vivienda o salud mental) con actores que también están defendiendo derechos juveniles.

Eso refuerza la capacidad de incidencia de las propuestas que salen de las aulas de la UO.

Agenda y memoria

Una agenda documentada y una memoria que deja rastro de todo esto.

Todo este trabajo institucional se registra en agendas, informes e iniciativas por escrito, de forma que no dependa solo de la memoria de quienes ocupan ahora los cargos y pueda servir a quienes vengan después.

  • Elaboración de informes periódicos que recogen reuniones, acuerdos, conflictos y logros en cada eje de trabajo.
  • Conservación de actas, escritos, propuestas, observaciones y enmiendas remitidas a órganos de la UO, al Principado y a otras entidades.
  • Construcción de una memoria de mandato que permite ver de un vistazo cómo se ha usado el tiempo, la presencia institucional y el presupuesto.

Antes, buena parte del trabajo institucional quedaba en correos sueltos, notas personales o recuerdos de quienes habían ocupado cargos en etapas anteriores.

Cada relevo empezaba casi de cero, sin una memoria consolidada de qué se había intentado, qué se había conseguido y qué resistencias se habían encontrado.

Ahora, la agenda y la presencia institucional se traducen en informes, escritos y memorias que quedan almacenados y que sirven de base para quienes asumirán la representación en el futuro.

Esto permite dar continuidad a las luchas, aprender de los errores, no repetir debates ya cerrados y reforzar los argumentos cuando se vuelve sobre un tema que ya se trabajó en años anteriores.